El presidente Trump está dispuesto a gastar miles de millones de dólares para contener al 'hombre cohete' hasta que Corea del Norte empiece a portarse bien. Sin embargo, los gastos no caerán sobre los hombros de Kim Jong-un, sino sobre sus 'hermanos' del sur.
El comunista Andréi Ólfert explica en su artículo para Sputnik cuánto cuesta el patrocinio de EEUU y cómo Washington planea ganar dinero en la crisis norcoreana actual.
Submarinos nucleares, bombarderos estratégicos y cazas de quinta generación: la cantidad de las armas estadounidenses en la península de Corea es enorme, afirma el columnista.
De acuerdo con los datos presentados por el medio surcoreano The Korea Economic Daily y citados por el autor, el precio total del armamento usado en las recientes maniobras en la península de Corea en octubre se cifra en 13.000 millones de dólares.
El autor señala que esta cifra puede aumentar hasta 17.000 millones de dólares, si se cuenta el armamento cuya participación en las maniobras ha sido confidencial por motivos de seguridad.
"Según opinan los analistas surcoreanos, la presencia significativa de las armas de EEUU cerca de las costas de la península, sin duda tiene un efecto disuasivo sobre Pyongyang. Estas representan una amenaza para la jefatura del Norte en caso de un ataque ", acentúa el periodista.
Esta fue la razón por la que los presidentes Moon Jae-in y Donald Trump acordaron el despliegue de las armas estratégicas estadounidenses en Corea del Sur en forma rotativa.
Está previsto que a finales de este año Washington traslade a Corea varios cazas F-22 y F-35B, que cuestan 170 millones y más de 85 millones de dólares por cada unidad, respectivamente.
Además, se espera que los vuelos de los bombarderos B-1B, que cuestan unos 300 millones de dólares por unidad, se intensifiquen y se realicen de manera sistemática, señala el columnista.
"Como se puede ver, es un asunto bastante costoso. Pero no es un problema para Estados Unidos, porque Washington ya sabe a quién puede facturar", dedujo Ólfert.
Relaciones del mercado
El mandatario estadounidense, Donald Trump, había aclarado durante su campaña presidencial que existe la necesidad de que los aliados de Estados Unidos aumenten los gastos de su propia defensa.
A pesar de que el acuerdo sobre el reparto de gastos actual caduca dentro de un año, Trump al parecer no está listo para esperar tanto tiempo. Por consiguiente, es posible que el líder norteamericano discuta esta cuestión con su par surcoreano durante su reunión en Seúl el 7-8 de noviembre.
Según los tratos vigentes, Corea del Sur paga cerca de 840 millones de dólares por el mantenimiento de las tropas estadounidenses en su territorio en el año 2017. Se puede esperar que en el año venidero esta cifra aumente de acuerdo con el nivel de inflación, que probablemente no superará el 2%. No obstante, es dudoso que esta situación le convenga a Estados Unidos, subraya el autor.
A finales de abril, Trump declaró que quería que Seúl pagara 1.000 millones de dólares por el despliegue de una división del sistema de defensa antimisiles THAAD.
Ólfert destaca que la lista de armas por las que debe pagar Seúl puede ser ampliada. El nuevo paquete de armamento estratégico podría costarle a Surcorea decenas de miles de millones de dólares.
Según explica el columnista, el problema radica en los artículos del acuerdo surcoreano-estadounidense que solo supone que estos fondos se usen para la construcción de infraestructura militar así como para los suministros de municiones y el pago de salarios a los empleados surcoreanos que trabajan en las bases estadounidenses.
El resto de los gastos de mantenimiento del contingente militar son cubiertos por Washington.
Este tipo de reparto de gastos ya ha provocado muchas críticas por parte de EEUU. El autor de la nota subraya que es muy probable que Trump exija reconsiderar este 'mal acuerdo'. En caso contrario, la Casa Blanca puede amenazar con la reducción de su contribución a la seguridad de su aliado asiático.
Lo pagas o lo pierdes
De acuerdo con los tratados firmados por los gobiernos de los dos países en el año 2008, la cantidad del contingente estadounidense en Corea del Sur se mantiene al nivel de 28.500 efectivos. En caso de que Seúl se niegue a pagar, Washington puede reducir la cantidad de sus tropas, máxime cuando ya existen precedentes históricos.
Los presidentes Nixon y Carter prometían retirar las tropas de EEUU del territorio surcoreano, pero luego decidieron abandonar la idea.
De todos modos, Richard Nixon cumplió parcialmente su promesa y redujo significativamente el número de tropas norteamericanas en la región, al retirar la 7 División de la Infantería de 20.000 soldados en el año 1971.
Este paso causó protestas del entonces presidente surcoreano Park Chung-hee, quien acusó a Washington de haber violado el acuerdo de defensa mutua. Estados Unidos respondió con la asignación de ayuda militar y otorgación de créditos para el desarrollo del Ejército de Corea del Sur por un valor de 1.500 millones de dólares —equivalente a 9.100 millones de dólares en 2017—.
No obstante, cuando el presidente George Bush —padre— retiró otros 13.000 efectivos en los años 1991-1992, Seúl no solo se quedó sin compensación, sino también se comprometió a sufragar parte de los gastos por el mantenimiento de tropas restantes.
El autor pone de relieve que es poco probable que Corea del Sur logre derrotar al Norte de manera rápida sin apoyo del Ejército estadounidense, a pesar de que Seúl es mucho más desarrollado en el sentido económico en comparación con Pyongyang.
"Si Seúl se niega a hacer concesiones respecto a la cuestión del despliegue de los sistemas THAAD […], es posible que Trump tome medidas de respuesta. […] Esta opción puede ser incluso más perjudicial al mismo EEUU, de ahí que Washington puede recurrir a otros medios para compensar sus pérdidas económicas. En particular, forzar [a su aliado] a comprar sus armas 'voluntariamente'", enfatiza Ólfert.
Factura detallada
De acuerdo con los datos de Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI, por sus siglas en inglés), la República de Corea —el nombre oficial del Surcorea— en 2016 entró en la lista de los diez países con mayor presupuesto militar, al haber gastado casi 36.800 millones de dólares para estos fines.
Seúl sigue comprando muchas armas y hasta se considera uno de los mayores importadores de material bélico en el planeta. Según Ólfert, la mayor parte de estas armas provienen de Estados Unidos.
El columnista asevera que el presidente Moon tiene planes acerca de la construcción de submarinos nucleares para la Armada surcoreana, paso que requeriría no solo la cooperación con empresas estadounidenses, sino también un tipo de permiso de Washington para poder procesar el combustible nuclear destinado para los reactores de sus sumergibles.
Al mismo tiempo, Washington por ahora no baraja la posibilidad de volver a desplegar las armas nucleares de EEUU en el territorio surcoreano —que fueron retiradas del país en el año 1991—, una decisión que saldría mucho más barata.
"La Cancillería surcoreana ya empezó a prepararse para las próximas negociaciones con Estados Unidos sobre la cuestión del reparto de gastos. Por el momento se desconoce qué tipo de propuesta tiene preparada Seúl para su aliado transoceánico. De todas maneras, es obvio que las negociaciones no van a ser fáciles. Es que en caso Kim Jong-un resultara estar acorralado, esto puede costar mucho dinero a los aliados", concluyó Ólfert.
Fuente: Sputnik