El primer ministro, Biniamín Netanyahu, tratará de convencer al
presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de que tome una
posición más dura con respecto a Irán, dijeron asistentes del mandatario
israelí al Canal Bloomberg.
De acuerdo con el reporte, un alto funcionario israelí reveló que
Netanyahu y Trump se encontrarán aproximadamente en la primera mitad de
2017.
El funcionario añadió que Netanyahu ya ha convocado a sus asesores de seguridad nacional para que comiencen a elaborar un plan.
El objetivo no es llegar al extremo de destruir el acuerdo nuclear
multilateral; sino que se estima que Netanyahu le sugerirá a Trump que
EE.UU. tome una línea más dura contra el programa militar nuclear iraní y
dirija un esfuerzo internacional más concertado para mantener a raya
las aspiraciones regionales de la República Islámica, explicó el alto
funcionario.
“La tarea urgente es impedir que Irán se convierta en una
superpotencia en la región, algo que ha estado ocurriendo desde hace
algún tiempo”, manifestó el general (retirado) Yaakov Amidror, ex asesor
de Netanyahu en materia de seguridad nacional.
“El primer ministro argumentará, en primer lugar, que Estados Unidos
debe actuar para reducir la sociedad entre Rusia e Irán en la región”.
La meta es detener a los representantes (proxies) de Irán que están
cerca de Israel, tanto en la Franja de Gaza, así como en el Líbano y
Siria.
Robert Satloff, director ejecutivo del Washington Institute for Near
East Policy, explicó que el intento de Trump de hacer trizas el acuerdo
no logrará demasiado, ya que otras potencias mundiales tendrían que
convencerse de sancionar a Irán y cortar el comercio con ese país.
Satloff explicó que “el argumento será trabajar junto con Israel para
apretar la soga alrededor de Irán en vez de romper el acuerdo y abrir
una caja de Pandora entre Norteamérica y las potencias mundiales,
liberando a Irán de cualquiera de las restricciones que existen
actualmente”.
“La primera solicitud a Trump será que vea a Irán como parte del
problema, en vez de como parte de la solución en la región”, subrayó
Satloff.
La gente cercana a Netanyahu manifestó que quiere que EE.UU. defina
las infracciones iraníes del acuerdo nuclear como violaciones, algo que
Washington no hizo con el almacenamiento por parte de Irán de
ligeramente más agua pesada de lo permitido.
“Los pies de Irán deben ser puestos en el fuego”, enfatizó Michael
Oren, viceministro del Gabinete y ex embajador en Estados Unidos, quien
asesora al primer ministro.
Una de las cuestiones más complicadas para Israel será cómo tratar con Rusia.
Trump y Putin han prometido mejorar las frágiles relaciones entre sus países.
Rusia está actuando junto con Irán y el grupo terrorista libanés chií
Hezbollah en apoyo del régimen del presidente sirio Bashar al Assad,
combatiendo a los grupos rebeldes sunitas, entre ellos al Estado
Islámico.
Netanyahu tratará de aislar a Irán sin antagonizar con Moscú, con el que Israel ha desarrollado lazos más cálidos.
“Una de nuestras mayores preocupaciones es que el resultado en Siria
solucionará [la cuestión del] Estado Islámico y traerá a Irán y
Hezbollah como las principales potencias”, puntualizó Naftali Bennett,
ministro del Gobierno de Netanyahu y miembro del Gabinete de Seguridad.
“El Estado Islámico es una amenaza global menor que Irán”.
Según un portavoz del primer ministro, Trump y Netanyahu aún no han fijado una fecha de reunión.
Fuente: Aurora