El fin del embargo comercial de los Estados Unidos a Cuba, exigido por 23º años consecutivos por la Asamblea General de las Naciones Unidas y aprobado por la abrumadora mayoría de 191 votos a favor y dos abstenciones (Estados Unidos e Israel), terminaría Un embargo anticuado establecido por Kennedy en 1962, y restablecería el libre comercio y las aguas abiertas. Pero el embargo continuará en vigor porque la votación no es vinculante. Esto podría significar pérdidas directas o indirectas de 110.000 millones de dólares según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y más de un billón de dólares según el gobierno cubano.
Prensa Latina estimó que entre mayo de 2012 y abril de 2013, el sistema de salud pública cubano incurrió en gastos innecesarios de 39 millones de dólares debido a que tuvo que adquirir medicamentos y equipos vitales en mercados lejanos. El embargo ha durado 52 años y corre el riesgo de convertirse en interminable con todos los efectos secundarios que puedan traer. Incluso el Presidente Obama ha identificado su resolución como de suma importancia.
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Fuente: Katehon
