30 de enero de 2015 – Por segunda ocasión en tres meses, el gobierno
mexicano suspendió un importante proyecto de inversión chino, bajo una
enorme presión internacional proveniente de la corona británica y del
gobierno de Obama.
Este nuevo golpe al intento de México de
orientarse hacia la dinámica de los BRICS, se le asestó al proyecto del
Centro Empresarial Dragon Mart, en Cancún, que estaba planeado para ser
el mayor centro de negocios chino-latinoamericano en Iberoamérica, según
Sputnik News, que señala que el propósito del centro sería
"desarrollar una Nueva Ruta de la Seda en América Latina" con
infraestructura para 2,000 empresas y un millón de visitantes al año.
Cancún es un importante centro de atracción turístico en México, y había
resultado ganadora del contrato para construir el proyecto, frente a
otras ciudades como Buenos Aires, Caracas, Miami, Panamá, Santiago de
Chile y Sao Paulo.
Las huellas de las manos de la corona
británica están por todos lados en esta cancelación abrupta de una
importante inversión china en México. Ya se había informado en los
medios que el Presidente Obama, quien atacó directamente los proyectos
económicos internacionales de China en su mensaje del Estado de la
Unión, había expresado sus "preocupaciones" por el hecho de que México
estuviera ampliando sus relaciones con China, durante la reciente visita
del Presidente Enrique Peña Nieto a la Casa Blanca el pasado 6 de
enero. Más aún, la entidad del gobierno mexicano que se adelantó a
clausurar el proyecto, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente
(PROFEPA), acaba de fortalecer formalmente sus estrechas relaciones de
larga data con el grupo de choque ambientalista del príncipe Felipe, la
WWF (como más se conoce al Fondo Mundial para la Naturaleza, por sus
siglas en inglés).
El titular de la PROFEPA, Guillermo Haro
Bélchez, anunció el 26 de enero que el proyecto se había cancelado
"definitivamente", en base a argumentos ambientalistas absurdos y
completamente infundados, en donde se acusa a la empresa de haber
eliminado la vegetación de árboles inexistentes en 150 hectáreas de la
propiedad, y por lo tanto por haber afectado la biodiversidad sin los
permisos ambientales apropiados. En su declaración, la PROFEPA agrega
que el gobierno mexicano está "comprometido a respetar el medio ambiente
y a promover la inversión sustentable", y que es bienvenida "la
inversión nacional o extranjera que esté comprometida" con el respeto a
los recursos naturales y al Estado de Derecho.
El consorcio
chino-mexicano Real Estate Dragon Mart, por su parte, acusó a la PROFEPA
de que sus actuaciones "no cuentan con sustento legal, son
contradictorias y desconocen actuaciones previas de autoridades
competentes en los otros niveles del gobierno", ya que los tribunales
del país no se han declarado en firme aún sobre el amparo que introdujo
la empresa por las acciones de PROFEPA de septiembre último, cuando
acusó por primera vez al grupo de violaciones ambientales. De este modo,
PROFEPA actuó sin sustento legal, señala el consorcio, el cual detalla
en su respuesta todas las acciones y declaraciones contradictorias que
ha hecho PROFEPA.
Fuente: LaRouche Pac