El Acuerdo de Separación firmado por Siria e Israel en 1974 ya no vale
mucho a raíz de los cambios sobre el terreno producidos en el sur de
Siria. El asesinato de los combatientes de Hezbolá cerca de la ciudad
siria de Quneitra el pasado domingo ha puesto de relieve las actividades
de la Resistencia en los Altos del Golán. Grandes esfuerzos han sido
realizados en los últimos meses para preparar el terreno, una base de
apoyo y una fuerza entrenada y preparada. El presidente sirio, Bashar al
Assad, anunció esta decisión y el secretario general de Hezbolá, Sayyed
Hassan Nasralá, la confirmó poco después.
Las actividades de la
Resistencia en los Altos del Golán ponen fin a la fase de guerra
confinada y parcial y apuntan a una fase de resistencia global y
estratégica. En este sentido, el resultado más importante de este ataque
es que ha convertido a los Altos del Golán en un área de resistencia y
esta zona ha quedado asi unida con el Sur del Líbano en un solo frente.
El ataque contra Quneitra estuvo acompañado de varios acontecimientos importantes:
-
En el obituario oficial por los seis mártires, Hezbolá no empleó la
frase “martirizados mientras cumplían con su deber”, que fue utilizado
en todos los obituarios de sus combatientes caídos en Siria. Los seis
combatientes resultaron muertos en una confrontación con Israel, lo que
demuestra la veracidad de las afirmaciones de Hezbolá de que la guerra
que se está librando en Siria es contra Israel y sus aliados, sin que
ello suponga el desatender el peligro takfiri. Éste es un punto del que
Hezbolá se beneficiará más tarde a nivel moral y operativo.
- El
ataque demostró que Israel está interviniendo de forma directa en los
Altos del Golán sirios contrariamente a los informes que hablaban de que
lleva allí a cabo una intervención indirecta, logística e informal al
atender a terroristas heridos.
- La expansión de lo que Israel
llama su frente norte para incluir los Altos del Golán así como el Sur
del Líbano demuestra una vez más la veracidad de la lógica de Hezbolá y
la conveniencia de su estrategia de no permitir a Israel o a los
takfiris separar los dos frentes.
- El ataque suministra a la
resistencia la justificación para continuar trabajando con los sirios
-un esfuerzo que está siendo ya aplicado y que ha llevado a una gran
cantidad de progressos- con el fin de preparar una base de apoyo y un
área operacional en Siria con el fin de lanzar un movimiento de
resistencia en los Altos del Golán. Este ataque acelerará estos
progresos.
La respuesta de Hezbolá ante el ataque israelí es un
resultado inevitable. La discusión es sólo sobre el lugar y el momento,
que se supone no estará lejos en el futuro. Aunque Hezbolá no opera en
base a la lógica tribal de venganza, una respuesta militar dolorosa es
inevitable por muchas razones incluyendo el hecho de que se trató de un
asesinato intencionado de sus cuadros. Sin embargo, el resultado más
básico es el intento de Israel de cambiar las reglas reconocidas de
enfrentamiento e imponer otras nuevas. La respuesta será clara y sin
ambigüedades.
El tiempo, lugar y naturaleza de la respuesta están
siendo discutidos por el liderazgo de la Resistencia. Es una decisión
que tomará varios factores en consideración, incluyendo la posibilidad
de una escalada bélica. Hezbolá está preparado para hacer frente a
cualquier tipo de escalada. Sin embargo, la evaluación inicial indica
que Israel podría verse obligado a tragarse su represalia con
independencia a lo dura que sea la respuesta de Hezbolá debido a
diversos factores internacionales, incluyendo las negociaciones
nucleares con Irán. Esto no excluye, sin embargo, la continuación de
ataques mutuos. Israel, por su parte, ha realizado esfuerzos para calmar
la situación al afirmar que su ataque no estaba dirigido a matar al
general de los Guardianes de la Revolución iraníes, Mohammad Ali Allah
Dadi.
Fuentes sirias informadas dijeron a Al Akhbar que el jefe
de la Fuerza Al Quds de los Guardianes de la Revolución Islámica,
General Qassem Soleimani, se detuvo en Damasco hace pocas horas en su
camino a Beirut para reunirse con el liderazgo de la Resistencia. La
visita coincidió con informes de diplomáticos iraníes que afirman que se
han producido progresos en las conversaciones nucleares y que
Washington ha informado de ello a sus aliados en Tel Aviv y Riad.
EEUU
está interesado en alcanzar un gran acuerdo regional y en coordinarse
con Irán en la lucha contra el Estado Islámico, al menos en Iraq, y
lleva a cabo conversaciones preliminares sobre el perfil de una solución
política en Siria. De este modo, EEUU no permitirá a los israelíes
sumergir a la región en una guerra total que destruya estos logros.
A
nivel militar, Tel Aviv ha comprendido -a la luz de lo que Sayyed
Nasralá dijo recientemente sobre el arsenal de Hezbolá- que la guerra
contra el movimiento de resistencia no sería un paseo, dado los miles de
misiles avanzados y precisos de que dispone Hezbolá, y ningún proyecto
electoral dentro de Israel podría sobrevivir a un ataque masivo de estas
características.
Desde el punto de vista político, no es tampoco
de interés de Israel el llevar a cabo una guerra que restaure la
estatura de Hezbolá en el mundo árabe y que devuelva la atención al
principal conflicto en la región (el árabe-israelí) en un momento demás
en el que las tensiones sectarias juegan a favor de la entidad sionista.
Al
atacar en territorio sirio, Israel ha proporcionado una justificación a
la resistencia para responder desde el territorio sirio, lo cual hace
que los partidos libaneses están más dispuestos a aceptar tal respuesta
si procede de ese país y no del propio territorio del Líbano.
Wafiq Qanso – Al Akhbar
Fuente: Al Manar