Por Adrian Salbuchi
El poeta inglés del siglo XVII John Donne alguna vez alabó la sociedad humana diciendo que “Ningún hombre es una isla, entero en sí mismo…”, concluyendo que “la muerte de cualquier hombre también a mí me disminuye…. Qué así sea con el asesinato de los doce caricaturistas y periodistas de Charlie Hebdo.
Ahora
bien: ¿estaremos viendo la imagen completa y veraz de lo sucedido?
¿Estarán sobre-actuando los gobiernos y medios de prensa occidentales? Y
si así fuera, ¿por qué? ¿Cuáles fines tendrían en mente?
Llórame todo un río de lágrimas...
Los
gobiernos y medios occidentales han convocado y reunido a millones de
ciudadanos en toda Francia, Europa y el mundo entero para llorar a estos
doce apóstoles sacrificados en el altar de la libertad de prensa.
Como
prueba de la seriedad con que abordan este tema, la mayor parte de los
políticos franceses - empezando por el presidente Françoise Hollande y
el primer ministro Manuel Valls - estuvieron codo-a-codo con otros
líderes mundiales, que incluyeron a la alemana Angela Merkel, al
británico David Cameron y al israelí Benjamin Netanyahu. El secretario
de Estado norteamericano John Kerry envió las condolencias de su Nación a
los franceses en su propio idioma.
Sin embargo, esto contrasta de
manera dramática con el hecho de que no se haya derramado lágrima
alguna por los miles de hombres, mujeres y niños palestinos martirizados
hace pocos meses atrás; o por los millones asesinados y heridos por
EEUU y sus aliados de la OTAN, en Irak, Libia, Siria, Afganistán y
Pakistán. ¿No son también ellos merecedores de manifestaciones masivas
encabezadas por los Hollande, Merkel, Cameron y Netanyahu de este mundo,
honrando así sus martirios?
Pues si hoy millones de personas se
dan cita en las calles y plazas de París y de toda Francia para derramar
lágrimas de simpatía por estos doce caricaturistas, entonces ¿qué
gigantescas torrentes de lágrimas – ¡ríos enteros! – quedan aún por
llorar por los millones de anónimos mártires asesinados precisamente por
estos mismos líderes mundiales que se dieron cita en París, con sus
rostros tan adustos?
La guerra en el siglo XXI
Las
burdas invasiones militares y torpes declaraciones formales de guerra
propias del Siglo XX, ya no van más en este siglo XXI.
La
ex-Unión Soviética aprendió en forma dolorosa esta lección de la
historia con su implosión en 1990, cuya mecha fue encendida décadas
antes: en Budapest en 1956, Checoslovaquia en 1968, Polonia en 1981 y
especialmente en Afganistán en 1979. ¡El comportamiento burdo y poco
político de la Nomenklatura soviética terminó costándole todo un imperio! ¡Se lo tenían merecido!
EEUU,
el Reino Unido y sus aliados en cambio aprendieron esta misma lección
aunque de manera menos dolorosa que la ex-Unión Soviética: en Vietnam,
en la ex-Yugoeslavia, en Afganistán, en Irak y Libia. Sin embargo, aún
no han pagado por sus horrendos crímenes y genocidios ya que los Bush,
Cheney, Wolfowitz, Albright, Clinton, Rice, Blair, Aznar, Netanyahu y
Sarkozy aún caminan libres por la calle.
Entonces, ¿cómo se libran las guerras en este 2015?
En
gran medida, ingenierizando procesos de caos social dentro de los
países elegidos como víctimas. Esto se lleva a cabo de manera oficial y
no-oficial, utilizando la fuerza militar, las operaciones negras de
inteligencia, los servicios inconfesables de oscuros “contratistas
privados”, y una amplia gama de operadores clandestinos quienes
financian, entrenan, arman, apoyan, brindan cobertura mediática y lanzan
cortinas de humo, a través de un aún más amplio conjunto de agentes,
mercenarios y traidores locales: se lo llame “primavera árabe”, o
“cambio de régimen” en Ucrania, o luchadores “mujadeyines” contra la
URSS en Afganistán (Hilary dixit), o “soldados de liberación” en Libia o Siria… la lista es muy larga.
Incluso
no debemos sorprendernos cuando de esta larga cadena de “Comando y
Confusión Organizada”, algunos de sus mercenarios terminan militando en
las filas del Estado Islámico, ISIS, EIIL, ISIL, Al-Qaeda de Yemen, o
vaya a saber que otras extrañas agrupaciones…
Este “Modelo de
Guerra” cuenta con “módulos” específicos que tienen como misión “generar
las circunstancias adecuadas” que ayuden a “justificar acciones de
guerra contra…”: determinadas naciones, ideologías, o algún “grupo
terrorista” difuso, ambiguo, inexplicado e inexplicable. En pocas
palabras creando las circunstancias necesarias que permitan satanizar al nuevo “enemigo”.
Hace
medio siglo, ese “enemigo” era “el Peligro Comunista”: la ex-Unión
Soviética y sus aliados. Pero eso ya se acabó y fue enterrado. Una de
sus últimas coronas fue colocada en su tumba hace pocas semanas cuando
el presidente Obama “normalizó” relaciones con la Cuba de Castro.
Hoy,
los “malos de la película” son el “terrorismo fundamentalista
islámico…”, más quienes directa, indirecta o supuestamente los apoyan:
Rusia, China, Venezuela y toda otra nación, grupo o actor que rehúse a
alinearse a los intereses de EEUU, el Reino Unido, la Unión Europea e
Israel…
¿Existe algún indicio de este tipo de “ingeniería de ataque” en el caso de Charlie Hebdo?
La
ingenierización de semejantes “eventos de alto impacto”, sumamente
complejos, elusivos, sutiles (a-veces-no-tan-sutiles) orientados a
conmover a la opinión pública nacional, regional y global en
determinadas direcciones, hoy se encuentra en plena marcha. En verdad,
su velocidad y potencia han aumentado vertiginosamente a partir del 11
de septiembre de 2001.
Por eso, cualquiera que desafía la visión
del mundo oficial y políticamente correcta sostenida por EEUU, Reino
Unido, Europa e Israel queda inmediatamente señalado como “un loco de
las teorías conspirativas”, o un “demente que cree en ataques de bandera
falsa”; en síntesis, un paranoico que debe ser ignorado.
El
mensaje es claro: ¿Cómo se atreve usted a creer que los amistosos
banqueros globales Rockefeller, Rothschild y Soros pueden coordinarse
con los socialmente sensibles militares y fabricantes de armas; aliados
con esos buenos chicos y chicas que manejan las cosas desde la Casa
Blanca, el Congreso de EE.UU., la casa del primer ministro inglés y el
Palacio del Eliseo; aliados a esos honestos y veraces informadores de
FoxNews, BBC, CNN, New York Times, Washington Post; que a su vez
trabajan coordinadamente con aquellos talentosos muchachos de la
industria del ”entretenimiento” y publicidad de Hollywood?
¿Cómo
se atreve usted a pensar que todos ellos quieren engañarlo instigando en
usted odio por tal o cuál grupo terrorista, religión, nación, o “estado
transgresor”, para que usted luego apoye que se bombardeen sus
ciudades, se asesine a su pueblo y se destruya su territorio?
¿Déjà-vu?
Aquellos
locos que creen en las teorías conspirativa dirán que los ataques de
Falsa Bandera tienen ciertos factores clave en común: como el “hallazgo”
que hizo el FBI entre los escombros de las Torres Gemelas del pasaporte
intacto del terrorista Mohammed Atta (por más que la historia oficial
también dice que “el calor fue tan intenso que derritió las cajas negras
de ambas aeronaves”), o el oficial de inteligencia del Ejército
Israelí que en julio 1994 encontró entre los escombros del edificio de
la mutual judía AMIA/DAIA en Buenos Aires un trozo de metal del bloc del
motor que señaló un (inexistente) coche-bomba…
¿Hubo algo
parecido en el caso de Charlie Hebdo? Bueno, uno de los hermanos
Kouachi terroristas, salió de su casa esa mañana llevando su Documento
de Identidad encima, que convenientemente "se le cayó” dentro del
vehículo utilizado para realizar el ataque y que fue rápidamente
“hallado” por la policía francesa. De acuerdo: ambos eran jóvenes y
probablemente su mamá les pidió que llevaran sus documentos cuando se
despedía de ellos y les entregaba su viandita para el almuerzo...
Esta
“feliz casualidad” ayudó a que la policía francesa identificara en
tiempo record a los terroristas encapuchados; los hallara en tiempo
record; los acorralara en tiempo record y los matara en tiempo record.
Inmediatamente,
se informó que el comisionado policial Helric Fredou de la Policía
Judicial francesa quién estaba investigando este caso “se suicidó
durante la noche del miércoles al jueves en la comisaría policial…”.
¿Sabría “algo” el Sr. Comisionado que no debía divulgarse para no
“turbar a la opinión pública global”? Esto nos recuerda aquél oscuro
episodio del joven ciudadano brasileño Jean Charles Menezes,
electricista de los Subterráneos de Londres que fuera perseguido por la
policía londinense y acribillado a balazos en una estación del
subterráneo londinense porque lo creyó erróneamente “sospechoso”. ¿Habrá
visto Menezes alguna “extraña intervención” sobre los vagones del
subterráneo que luego explotaron el 7 de Julio de 2005?
Sea como
sea, una cosa es cierta: los testigos muertos o “suicidados”, no
hablan… Tampoco lo hacen “terroristas” cabezas de turco muertos.
De
todos modos, antes de morir, “alguien” que casualmente estaba en el
techo del edificio de la sede de Charlie Hebdo, filmó la huida de los
hermanos Kouachi y grabó sus gritos de “Díganle a los medios que esto lo
hizo Al Qaeda de Yemen!”.
Este circunstancial paseador de
techos, también filmó cómo uno de esos terroristas estúpidamente se
desvió para rematar un tiro a quemarropa a la cabeza a un policía herido
que yacía sobre la vereda. Extrañamente, sin embargo, no hubo ni
charco de sangre ni pedazos de cerebro sobre el pavimento: en verdad ese
“policía asesinado” (para colmo, musulmán!) apenas se movió… Muy
distinto a aquellas terribles imágenes que conmocionaron al mundo cuando
el asesinato del presidente Kennedy en Dallas en 1963 que muestran –
aún con la baja calidad de las películas Super-8 de entonces - como el
segundo balazo destrozó la cabeza de JFK lanzando una nube de sangre.
¿Quiénes lo hicieron?
Cuando ocurren ataques terroristas de este tipo, conviene siempre hacerse dos preguntas clave:
(1) ¿A quiénes beneficia? y
(2) ¿Quiénes aportan el dinero y la logística.
En
el ataque a Charlie Hebdo – al igual que con los ataques del 11 de
septiembre en Nueva York / Washington, las bombas de Londres del 7 de
Julio de m2005 y las de Atocha en España en marzo 2004, y al igual que
con los ataques contra la sede de la mutual judía AMIA/DAIA en Buenos
Aires – claramente el mundo árabe y musulmán no se beneficiaron en absoluto.
Todo
lo contrario: sistemáticamente los musulmanes son los grandes
perdedores porque todos estos “ataques terroristas islámicos” condujeron
directamente a las invasiones de Afganistán, Irak, Libia, el bombardeo
de Siria, acoso y amenazas contra Irán, formando todo parte de la
“Primavera Árabe…”
¿Qué hay del rastro del dinero y la
logística? Esto es más difícil de saber: con tantos billonarios
súper-ricos norteamericanos, británicos, israelíes, saudíes, kuwaitíes, y
mega banqueros que tienen agua para llevar a sus molinos…
En
verdad, se supone que con sus altamente sofisticados sistemas de datos y
de mega-lavado de dinero con los que operan, debieran poder rastrear
la ruta del dinero del terrorismo y luego divulgarlo al mundo… Sin
embargo, rara vez dicen palabra alguna al respecto.
Es más:
cuando los entes supervisores de EEUU, el Reino Unido o la Unión Europea
les imponen fuertísimas multas por lavado de dinero, estos megabancos
simplemente las pagan sin chistar… y siguen con sus negocios.
La decadencia de Occidente
Por
último, el triste episodio de la semana pasada sirvió para
desenmascarar cuán completa y profunda resulta la descomposición moral,
bancarrota cultural, hipocresía ética y generalizada Decadencia de
Occidente, sabiamente prevista en 1917 por el filósofo alemán Oswald
Spengler.
Las doce víctimas de Charlie Hebdo son hoy presentadas
ante la opinión pública como “luchadores por la libertad de prensa”,
justificando así los horribles insultos religiosos que lanzaron semana
tras semana…
Miremos más de cerca a algunos de esas caricaturas
que aparecieron en las portadas de Charlie Hebdo: un clérigo musulmán
muerto por balas que atraviesan un Corán (que es descripto como “Merde”);
una caricatura de Mahoma desde atrás con sus genitales al aire portando
una estrella en el trasero (diciendo “nace una estrella”); un dibujo de
Stephan Charbonnier (“Charbo”) el caricaturista estrella de Charlie
Hebdo dándole un beso baboso gay a un clérigo musulmán…
¿Se supone
que esto ha de parecerle gracioso a los 4 millones de musulmanes
franceses? ¿Ha caído tanto Francia que su pueblo considera estos
groseros insultos religiosos y burda discriminación como ejemplos de
“humor”?
Incluso, Charlie Hebdo no se limitó a atacar e insultar
sólo a musulmanes. Una de sus “simpáticas caricaturas” muestra al Dios
cristiano, siendo sodomizado por “Jesús”, que a su vez es sodomizado por
el “Espíritu Santo”.
¿Cómo puede esta mugre nacida de la cloaca de mentes enfermas considerarse como “sentido del humor”?
Seguramente,
muchos lectores creerán que esto está bien y dirán que aún semejantes
caricaturas burdas deben ser toleradas en nombre de la “libertad de
prensa”.
De acuerdo. Entonces probemos este ejemplo de “humor”:
¿Qué hubiera ocurrido si Charlie Hebdo hubiera publicado una portada
mostrando a una Jehová/YHWH siendo sodomizado por una “simpática
figurilla de Adolfo Hitler” ante docenas de oficiales de la SS portando
esvásticas, riendo y aplaudiendo delante de la entrada al campo de
concentración de Auschwitz? ¿¡No le parece gracioso!?
Sin duda
alguna, ante semejante barbaridad, la Liga Anti-Difamación, el Congreso
Mundial Judío, AIPAC, la logia B’Nai B’rith, junto con los cientos de
poderosísimos lobbies sionistas y judíos en Europa, Reino Unido, Canadá,
Argentina (con la DAIA y AMIA a la cabeza), hubieran muy
justificadamente puesto el grito en el cielo ante semejante insulto.
¡Las cabezas en el gobierno y entre los periodistas hubieran rodado
durante meses!
En verdad, son estos mismo lobbies judíos y
sionistas los que saltan como leche hervida acusando a cualquiera de
“antisemitismo” por sólo osar criticar los genocidios perpetrados por Israel contra los palestinos.
Incluso
han llegado al extremo de hacer prohibir toda clase de revisionismo
histórico y opinión alternativa que a ellos no les plazca, respecto de
lo que realmente ocurrió en Europa durante la segunda guerra mundial.
Su
influencia es tan gigantesca, que cometer este “delito de opinión” en
Alemania, Austria, Bélgica, Holanda, Canadá, España y en la propia
Francia – hoy “tierra de la libertad de prensa” – conforma un delito
castigado con prisión. Pregúnteseles sino al historiador inglés David
Irving, al historiador francés Robert Faurisson, y al investigador
alemán Ernst Zündl.
Efectivamente, pareciera con un enorme sector
de la opinión pública occidental con mentalidad de cordero se ha
extraviado irremediablemente. Esto es muy malo, pues el evento Charlie
Hebdo de la semana pasada probablemente sea apenas un primer eslabón en
una cadena de creciente violencia de este tipo de "eventos
ingenierizados”, que el mundo irá padeciendo en los meses por venir.
De
manera que más vale que empecemos a entender lo que realmente está
ocurriendo; veamos las cosas como realmente son; y pensemos más con
nuestros propios cerebros y menos con el cerebro políticamente correcto
de CNN, BBC, FoxNews, Rupert Murdoch, AIPAC, el Congreso Mundial Judío,
la OTAN y los voceros de los gobiernos occidentales.
La humanidad se encuentra en un punto de inflexión que hace que estos tiempos sean muy peligrosos…!
John Donne terminaba su poesía citada al principio con estas conocidas palabras: “…de manera que jamás preguntes por quién doblan las campanas; pues doblan por ti.”
Fuente: R.T.