Por Vicky Peláez
¡Escúchame! Los romanos sólo toleran quienes les sirven (Max Gallo, “Espartaco”, p.78)
La guerra mediática que se desató casi simultáneamente contra el
presidente de Venezuela Nicolás Maduro y su colega Vladimir Putin de
Rusia demuestra por enésima vez que Estados Unidos no tolera vivir con
ningún país que se atreva a ser una nación independiente y soberana, con
su propio modelo económico y su agenda geopolítica, por eso está
dispuesto a utilizar todo a su alcance para lograr su destrucción.
Después de la caída de la Unión Soviética, Washington trazó un plan
respecto a la nueva Rusia, en manos de su oportunista y permanentemente
borracho presidente Boris Yeltsin y su séquito de corruptos oligarcas
“barones”, según el cual este país estaría destinado a no sobrevivir
hasta el Siglo XXII. En lo respecto al Siglo XXI, Rusia mantendría,
según los gurús iluminados estadounidenses, su condición de una potencia
regional de segunda mano sin llegar a convertirse todavía en el “patio
trasero” norteamericano y de la OTAN. Pero no contaban que con la
llegada de Vladimir Putin al poder, el plan norteamericano empezaría a
resquebrajarse y caerse como una casa de naipes. . . .
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Fuente: Ria Novosti.