Las recientes manifestaciones de masas generadas por las derechas
en los más diversos países, muestran su capacidad por apropiarse de
símbolos que antes desdeñaban, introduciendo confusión en las filas de
las izquierdas.
El 17 de febrero de 2003 Patrick Tyler reflexionaba sobre lo que estaba sucediendo en las calles del mundo en una columna en The New York Times: “Las
enormes manifestaciones contra la guerra en todo el mundo este fin de
semana son un recordatorio de que todavía puede haber dos superpotencias
en el planeta: los Estados Unidos y la opinión pública mundial”.
“Mira a tu alrededor y verás un mundo en ebullición”, escribe el editor estadounidense Tom Engelhardt, editor de la página tomdispatch. En efecto, diez años después del célebre artículo del Times,
que dio la vuelta al mundo en ancas del movimiento contra la guerra, no
hay casi rincón del mundo donde no exista ebullición popular, en
particular desde la crisis de 2008.
Se podrían enumerar la Primavera Árabe que derribó dictadores y
recorrió buena parte del mundo árabe; Occupy Wall Street, el mayor
movimiento crítico desde los años sesenta en Estados Unidos; los
indignados griegos y españoles que cabalgan sobre los desastres sociales
provocados por la megaespeculación. En estos mismos momentos, Ucrania,
Siria, Sudán del Sur, Tailandia, Bosnia, Turquía y Venezuela están
siendo afectadas por protestas, movilizaciones y acciones de calle del
más diverso signo. . . .
Fuente: Global Research