Estas armas, con carga termobárica, son altamente efectivas en ataques a edificios y cualquier lugar donde se esconda el enemigo.
Hasta hace poco dotados de anticuadas armas soviéticas, los
combatientes de la infantería siria reciben en la actualidad modernas
armas rusas.
Un ejemplo de ello es la unidad de élite Tigres del
Ejército sirio, que combate en la provincia de Alepo, y que ha recibido
lanzagranadas de carga termobárica RShG-2 de fabricación rusa, muy
eficaces para misiones de asalto de edificios y de recintos cerrados en
general, informa el portal informativo Véstnik Mordovii.
El
aspecto y las dimensiones del RShG-2 son bastante modestos, ya que
tiene un peso de solo 3,8 kilos y una longitud de 770 milímetros, siendo
su alcance efectivo de hasta 115 metros.
Lo que realmente hace de
esta arma una herramienta excepcional son sus granadas. A diferencia de
las granadas de carga antitanque, este lanzador porta una ojiva
termobárica con un peso de 1,1 kilos, pero su equivalente de trilita es
de unos 3 kilos, una carga suficiente para destruir fortificaciones y
aniquilar a todas las personas que se encuentren dentro de ella en el
momento del ataque.
Este
tipo de ojivas forman al explotar una nube de aerosol incendiario que
se activa inmediatamente, anulando cualquier opción de salvación para
los que se encuentren en la zona. Las fortificaciones, trincheras y
accidentes orográficos no suponen un obstáculo para estos proyectiles.
Fuente: RT