Mientras que Tailandia atraviesa una transición delicada con el funeral de octubre para su jefe de Estado, el muy respetado y venerado rey Bhumibol Adulyadej, la monarquía constitucional del sudeste asiático, que alberga a 70 millones de personas y una de las economías regionales más fuertes, sigue avanzando con solidez en su seno, y el realineamiento de la región con sus vecinos y Asia oriental, en particular China.
El Ejército Real Tailandés recibió este mes la entrega de los primeros 28 carros de combate principales (VT4) construidos en China, posiblemente con más de 100 carros de combate adicionales que se adquirirán en un futuro próximo. La creciente flota de VT4 MBT se une a otros vehículos blindados construidos en China en el inventario de Tailandia, incluidos más de 30 VN-1 y más de 450 vehículos blindados de transporte de tropas de tipo 85.
La adquisición de equipo militar chino por las fuerzas armadas tailandesas también incluye 3 submarinos y el desarrollo conjunto de lanzacohetes múltiples. Hay también un número creciente de ejercicios militares conjuntos entre Tailandia y China, incluido el Blue Strike 2016, que siguió al Falcon Strike 2015. Los ejercicios involucraron a las fuerzas marinas y aéreas de la nación, respectivamente, y representan una alternativa a lo que una vez fue el dominio exclusivo de Estados Unidos en el sudeste asiático.
Además de los crecientes lazos militares entre Tailandia y China, ambas naciones están avanzando en proyectos de infraestructura que incluyen iniciativas ferroviarias masivas. La construcción de la red ferroviaria de alta velocidad entre Tailandia y China comenzará en noviembre de este año. La primera etapa unirá la capital tailandesa de Bangkok con la provincia nororiental de Nakhon Ratchasima. Con el tiempo, China y sus vecinos del sudeste asiático planean crear una red ferroviaria de alta velocidad que va desde China hasta Singapur pasando por Laos, Tailandia y Malasia. La construcción en Laos ya está en marcha.
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Fuente: NEO
