Las banderas, símbolos y estatuas resurgen a medida que disminuye el globalismo

Por Wayne MADSEN para Strategic Culture. 18/9/2017


A medida que las fuerzas del globalismo retroceden después de numerosas derrotas en los Estados Unidos, el Reino Unido, Turquía y otras naciones, existe una renaciente popularidad en los símbolos nacionales, históricos y culturales. Estos incluyen banderas, estatuas de los portadores, nombres de lugares, idioma y, de hecho, cualquier cosa que distinga a un grupo nacional o subnacional de otros. Las reacciones negativas a las amenazas culturales y religiosas provocadas por las manifestaciones del globalismo -el movimiento masivo de refugiados, dictadas por organizaciones supranacionales como la Unión Europea y las Naciones Unidas, y la pérdida de independencia financiera- deberían haber sido esperadas por los globalistas. Atrapados en su propia importancia y arrogancia, los globalistas están ahora degradando las fuerzas de la identidad nacional, religiosa y cultural como amenazas al "orden mundial".

Los ejemplos más flagrantes de la presión globalista contra la nación aspirante y los símbolos de la identidad nacional son Cataluña y Kurdistán. Se espera que dos plebiscitos sobre la independencia, un referéndum del 25 de septiembre de 2017 sobre el gobierno regional del Kurdistán que declara la independencia de Irak y un referéndum del 1 de octubre sobre Cataluña que inicie el proceso de ruptura con el Reino de España, consigan votos de "sí". Ninguno de los dos plebiscitos será vinculante, un hecho que dará lugar a que los dos votos sean ignorados por los países de origen.

Irak, Estados Unidos, Turquía e Irán han advertido al Iraq kurdo de que no celebre el referéndum de independencia. Estados Unidos está dispuesto a traicionar por cuarta vez a sus antiguos aliados kurdos. El presidente Woodrow Wilson, quien ha sido citado como el "primer neoconservador o neoconservador, renegó de la independencia kurda durante la conferencia de paz posterior a la Primera Guerra Mundial en Versalles. Henry Kissinger traicionó en 1975 al líder kurdo Mustafa Barzani con el Acuerdo de Argel entre Irak e Irán, un acto pérfido que obligó a 100.000 de las fuerzas kurdas de Barzani a exiliarse en Irán. George H. W. Bush prometió a los kurdos ayuda después de la Operación Tormenta del Desierto en 1991 si se rebelaban contra el gobierno de Saddam Hussein. La ayuda militar estadounidense no llegó y los kurdos fueron forzados a una pequeña franja del norte de Irak, sobre la que se impuso una "zona de exclusión aérea". Ahora, la administración de Donald Trump ha advertido a los kurdos que ni siquiera piensen en la independencia, a pesar de que las fuerzas peshmerga kurdas ayudaron a Estados Unidos y sus aliados a expulsar al Estado islámico de Kirkuk y el resto del norte de Irak.

En España, el primer ministro conservador intenta emular al dictador fascista español Generalísimo Francisco Franco al amenazar los deseos independentistas de Cataluña.

 El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy y su gobierno del Partido Popular han prometido, en respuesta a la votación del Parlamento catalán para celebrar el referéndum del 1 de octubre sobre la independencia de Cataluña de España, arrestar a los independentistas del gobierno catalán, así como a los legisladores independentistas del Parlamento y los alcaldes, y acusarlos penalmente de sedición.

La posición de Rajoy no debería sorprenderle, ya que su partido, el Partido Popular, es el heredero político del partido falangista de Franco. Versión franquista de la Gestapo nazi, la Guardia Civil, la identidad catalana y vasca brutalmente reprimida. Los blancos particulares para la represión, según la doctrina falangista, eran "activistas antiespañoles","rojos","separatistas","liberales","judíos","francmasones" y "judeomarxistas".

La Falange fue sustituida por el Movimiento Nacional, que continuó muchas de las políticas franquistas, incluyendo la represión de la cultura catalana y vasca, la autonomía y el idioma.

La Alianza Popular Francoísta, fundada en 1989 por el Ministro del Interior de Franco, Manuel Fraga Iribarne, se transformó finalmente en el Partido Popular de Rajoy. El Partido Popular se considera "cristianodemócrata", pero recibe el apoyo de la orden fascista católica romana franquista, el Opus Dei.

 Rajoy está utilizando una decisión del Tribunal Constitucional español, que suspende el referéndum sobre la independencia en Cataluña, como justificación de sus amenazas contra la región. Al parecer, el gobierno neo-fascista de España ha estado rastreando Twitter para recoger los nombres de alcaldes catalanes que han publicado fotografías suyas y mensajes de apoyo a la coalición independentista "Junts pel Si". Los alcaldes, junto con los parlamentarios y el gobierno de Barcelona, están siendo incluidos en una lista de la Guardia Civil que los ataca con detenciones y encarcelamientos si se lleva a cabo el referéndum.

Rajoy también ha advertido a los funcionarios de los consejos municipales locales que su cooperación en la celebración de un referéndum se considerará un acto de sedición y que ellos también se enfrentan a arrestos y detenciones.

La canalización de Franco por parte de Rajoy sólo solidificará los sentimientos antiespañoles en Cataluña, incluso entre los que no están interesados en la independencia. La bota de hierro de Rajoy y el Partido Popular en Cataluña no hará más que impulsar el apoyo a la independencia catalana de los que se oponen a ella o son neutrales. Si los dirigentes regionales y locales de Cataluña se van a las cárceles, el movimiento independentista pacífico de la región podría fácilmente volverse violento. También existe un amplio apoyo a la independencia catalana en la región separatista vasca, donde se han celebrado desfiles a favor de la causa catalana. En agosto, 3000 euskaldunes independentistas pro-catalanes marcharon en la ciudad vasca de San Sebastián. Si Rajoy sigue adelante con su amenaza contra Cataluña, la región vasca también la verá como una amenaza para ellos y se sumará a una nueva campaña de violencia contra los neo-fascistas madrileños. El grupo terrorista secesionista vasco ETA accedió a desarmarse en 2011 pero no ha entregado todas sus armas.

El partido vasco EH Bildu ya ha presentado un proyecto de ley en el parlamento autonómico vasco que es una copia del proyecto de ley del referéndum de la independencia catalana que aprobó el parlamento en Barcelona.

 La gente de todo el mundo rechaza la idea de que los estados, que albergan a más de una nación, grupo étnico o entidad tribal, deben ser reconocidos por instituciones globalistas como la UE y la ONU como representantes de todas las partes constitutivas. Actualmente, la República de Macedonia está negociando con Grecia, la UE y la OTAN su ingreso como miembro bajo el nombre de un estado-nación que le conviene a Grecia. Grecia no reconoce a Macedonia con ese nombre porque cree que Macedonia alberga diseños irredentistas en la Macedonia griega. Grecia insiste en que el país utilice el nombre provisional de la ex República Yugoslava de Macedonia, que significa "Antigua República Yugoslava de Macedonia", y los nacionalistas macedonios se burlan de ese nombre, comparándolo con el hecho de que se vean obligados a utilizar la lengua klingon ficticia de "Star Trek".

Como resultado de la salida del Reino Unido de la UE, Escocia, Gales e Irlanda del Norte están exigiendo que Londres les conceda el derecho a mantener sus propios vínculos económicos y de otro tipo con los eurócratas en Bruselas. Escocia puede celebrar un segundo referéndum de independencia con o sin la bendición de Londres. La Asamblea galesa de Cardiff suena cada vez más parecida al Parlamento escocés al exigir un acuerdo separado con la UE para Gales. Incluso en el corazón de la burocracia de la UE - Bélgica - Flandes y Valonia no muestran signos de abandonar su marcha hacia la independencia, dejando a Bruselas como su propia ciudad-estado independiente que alberga la sede de la UE, la OTAN y Godiva Chocolatier. En lugar de la bandera belga, es más probable encontrar banderas flamencas que ondean en los postes de Amberes y banderas valonas que adornan edificios en Lieja.

En todo el mundo, las estatuas de figuras históricas están siendo defraudadas y removidas por grupos contrarios que llevan rencores étnicos o políticos. Entre ellos se encuentran el general confederado Robert E. Lee a lo largo de los Estados Unidos, el capitán James Cook en Australia, el padre Junipero Serra en California, Cristóbal Colón en Nueva York, el rey Kamehameha en Hawai, Hugo Chávez en Venezuela y Marthinus Pretorius y Paul Kruger en Sudáfrica. Las banderas de los estados-naciones, los monumentos de figuras políticas y religiosas del pasado y otros símbolos de los estados-naciones no sólo están siendo cuestionados sino que, en algunos casos, son ignorados o desechados por completo. El mundo se está "volviendo tribal" y hay poco que los globalistas gobernantes y las elites puedan hacer al respecto. Ellos se trajeron esta situación sobre sí mismos con su distanciamiento e ignorancia. La Asamblea General de las Naciones Unidas dará pronto la bienvenida a 193 líderes de estados miembros a su sesión plenaria en Nueva York. La ONU puede hacer bien en planificar sesiones futuras en las que 300 o más líderes de estados miembros, desde Åland a Zanzíbar y Baltistan a Mthwakazi, converjan en Nueva York.

Fuente: Strategic Culture