La respuesta corta es que nos gusta:
1) el oro, porque los bancos centrales de todo el mundo lo poseen y están comprando más, aparentemente para devaluar sus monedas fiat contra ella algún día, después de que se ven obligados a hiper-inflar para reducir la carga del servicio de la deuda sistémica y el pago;
2) el dólar, porque los mercados financieros denominados en dólares son más amplios y más profundos que cualquier otro mercado y porque la Fed está por delante de otros importantes bancos centrales cuando se trata de normalizar la política y mantener la solvencia bancaria
3) Bitcoin, la moneda digital sin fronteras que ya está siendo percibida como una mejor reserva de valor que el oro y todas las monedas fiat, y potencialmente un medio de intercambio más conveniente. Los tres deben ganar de diferentes maneras.
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Fuente: Zero Hedge
