La premier británica, Theresa May, inicia un viaje de Estado a Baréin para consolidar lazos comerciales con los países del Golfo Pérsico tras ‘brexit’.
May se reunirá también con los líderes de Arabia Saudí, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Catar y Omán.
La historia nos recuerda que el diminuto Baréin es una monarquía absoluta gobernado por la familia Al Jalifa y el Estado moderno fue, en gran medida, una creación de los británicos.
Por otro lado, los acontecimientos en el Golfo Pérsico ilustran la permanencia imperial de una u otra forma. Actualmente el establecimiento de una base militar amplía sus capacidades e influencia estratégica en la región. Como buenos amigos, Baréin asume la inversión y Gran Bretaña los gastos de funcionamiento.
La base, alberga destructores de alta tecnología y dos nuevos portaaviones, al tiempo que los barcos británicos permanecen en el Golfo Pérsico sin necesidad de regresar a puertos del Reino Unido.
Al paralelo, manifestaciones populares en Londres denuncian la venta de armas a régimen de Riad y Manama, mientras la creación de instituciones de seguridad en la monarquía son rechazadas por los bareiníes por su récord macabro de torturas y otros abusos contra los derechos humanos.
Reino Unido lo conoce, pero para su primera ministra no dar la espalda al socio podría ser la solución.
Teresa May aprovecha el viaje a Oriente Medio; coloca en su agenda una cena especial para esta noche de martes y en la mesa de conversaciones a Yemen, Siria e Irán. ¿A saber con qué intención?
Fuente: Hispan TV
