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jueves, 24 de noviembre de 2016

¿EL PENTÁGONO CONTROLA LAS NOTICIAS?

LA LUPA POLÍTICA
POR ALFREDO JALIFE-RAHME 10 Mayo 2008
(Exclusivo para Voces del Periodista)

El 20 de abril pasado, David Barstow (DB), de The New York Times, exhibió la “máquina de mensajes” en que se ha convertido la televisión estadounidense en general, debido al férreo control que ejerce El Pentágono sobre sus dueños, que no pocas veces han resultado ser socios en la el gran negocio de la venta de armas.

El extenso artículo de DB se titula “Detrás de los analistas, la mano oculta del Pentágono”. Pues ni tan oculta, aunque no faltarán quienes intenten descalificar a DB debido a la postura poco pulcra de The New York Times, que participó en la cocción inmunda de las “armas de destrucción masiva”, que nunca fueron encontradas en Irak, pero que sirvió de coartada para que la dupla anglosajona invadiera a la antigua Mesopotamia.

Sea lo que fuere en el balance general, el artículo de DV, con sus bemoles, significa un gran avance en la investigación de cómo se cocinan las noticias en los multimedia, si es que se desea organizar a la nueva sociedad democrática del siglo 21 para dejar atrás prácticas medievales de linchamientos exorcistas que practica la gran mayoría de los lorocutores “mexicanos” y que repiten sin rubor la nueva Gran Inquisición. Baste ver el tratamiento que le asestan a AMLO los multimedia “mexicanos”, que han llegado a equiparar en forma cómica con Hitler y Huerta, al parecer una propaganda negra que encabeza Enrique Krauze Kleinbort, miembro del Consejo de Administración de la mendaz TELEVISA, quien funge como el Gran Inquisidor del Grupo Monterrey (en particular de CEMEX.)

DB demuestra persuasivamente que El Pentágono cuenta con un aparato informativo que ha usado a consagrados “analistas militares” que aparecen asiduamente en las pantallas de las principales cadenas de TV de EU. Estos “analistas militares” son quienes, después de haber vendido sus conciencias, intentan convencer al público sobre las bondades de los actos de guerra que libra EU en varios frentes en el extranjero: “La mayoría de los analistas tiene vínculos con los contratistas militares”, acota DB. Nada de qué asombrarse. Como en México, donde la mayoría de nuestros lorocutores, es fácil demostrarlo, se han enriquecido de la noche a la mañana y quienes no podrían nunca demostrar el origen espurio de su riqueza instantánea. A quien esto escribe, le han susurrado al oído sobre el financiamiento que el cártel de Puebla le otorgó a una de nuestras “estrellas” nocturnas de la televisión privada, para acallar el caso Lydia Cacho, nuestra heroína nacional.

La dinámica financiera extra-muros se abate muy seguido en los “analistas militares” de EU. DB señala la forma en que el régimen torturador bushiano “transformó a los analistas en su Caballo de Troya mediático”. Ninguna diferencia con el totalitarismo soviético.

De lo que se trataba era engañar al público estadounidense sobre el Génesis y el Apocalipsis de la Guerra en Irak y sus metástasis torturadoras en la base militar de Guantánamo, calificada por Amnistía internacional como el “Gulag de nuestros tiempos”.

DV proporciona nombres. Uno de ellos es Robert S. Bevelacqua, anterior analista militar de Fox News. Otro: Kenneth Allard, anaiista military de NBC (propiedad de la vendedora de armas General Electric), quien impartía clases de “guerra de la información” en la National Defense University.

Nada nuevo: un anterior vicepresidente de Televisa fue embajador de la URSS en México y experto en “desinformación” (“desinformazaya”.)

Un analista militar entrevistado por DB confesó que sus pontificaciones no se correspondían con la realidad de la guerra en Irak y que se sentían ridículos pregonando mentiras que nadie creía. ¿Llegarán a pensar Goebbels Dóriga y el beltronista “Cero” Gómez Leyva que alguien, mínimamente informado y dotado de un mínimo funcional de neuronas, les crea sus primitivas mendacidades? En última instancia, los culpables no son las marionetas del totalitarismo mexicano,Goebbels Dóriga y “Cero” Gómez, sino sus patrones quienes les ordenan realizar tareas escatológicas.

Otro sicofante de la desinformación es el “analista militar” de CBS,Jeffrey D. McCausland, además, “cabildero” (en México se les conoce como “coyotes”)de la industria militar.

Después de analizar ocho mil páginas, se revela la ·”relación simbiótica donde las usuales líneas de división entre el gobierno y el periodismo han sido obliteradas”. !No deseamos siquiera imaginar una investigación similar en México!

En forma interesante, El Pentágono se refiere a sus “analistas militares” cooptados como “multiplicadores de la fuerza del mensaje”, a veces, en forma despectiva, como “subrogados”, como es el caso flagrante de Thomas G. McInerney, general retirado de la Fuerza Aérea y “analista” de Fox News quien, voceaba al aire los mensajes inalterados de El Pentágono.

Otro convencido es John C. Garrett, coronel retirado del Ejército, analista de Fox News, además del “cabildero” Patton Boggs, que “ayuda a las empresas a ganar contratos de El Pentágono”, y quien literalmente suplicaba a sus “informantes” el envío de sus mensajes para ser “multiplicados” en los multimedia.

Nombres van, negocios vienen: William L. Nash, general retirado del Ejército y analista de ABC News; Donald W. Shepperd, general retirado de la Fuerza Aérea, y Montgomery Meigs, general retirado del Ejército, analista de NBC News, solían ser estupendamente atendidos por Torie Clarke, anterior encargado de las relaciones públicas de El Pentágono, donde literalmente les dictaban las noticias que debían decir al aire. Nada diferente a lo que sucede actualmente en México.

A toda su desinformación le llamaban “dominio de información” en El Pentágono, que se cuidaba para colocar a “voces autorizadas e independientes”, además de fuerte influencia en la opinión pública”. Bueno, en México ka escoria del periodismo ahumado llegó hasta publicar un periódico llamado El Independiente.

Se sabía que las agencias federales habían pagado a “columnistas” por haber escrito favorablemente del desempeño del régimen torturador bushiano en Irak, pero a favor de tales seudo-periodistas está el hecho de que no llegaron tan lejos como los analistas militares, quienes fueron lubricados con jugosos negocios y contratos militares. Tal es el caso de James Marks, general retirado del Ejército, simultáneamente ejecutivo de McNeil Technologies.

Otro general, McInerney, analista de Fox News quien erró su vocación militar por los negocios en varios consejos de administración de empresas contratistas militares, que incluye a Nortel Government Solutions, un proveedor de redes de comunicación.

Varios “analistas militares” fueron cabilderos del mismo Pentágono como el doctor McCausland, quien desecha en Buchanan Ingersoll & Rooney. Joseph W. Ralston-Hemeral, retirado de la Fuerza Aérea y analista de CBS, no se queda atrás al haber sido nombrado vicepresidente de la poderosa firma Cohen Group, una consultora encabezada por el anterior secretario de Defensa, William Cohen.

No sólo de pan viven los humanos y varios analistas desinformaban por dogmatismo ideológico como Barry R. McCaffrey (el anterior “zar de las drogas”) y el fallecido Wayne A. Downing, ambos analistas militares de NBC News y miembros del Comité de Liberación de Irak, además de formar parte de los consejos de administración de las principales empresas militares y de poseer sus propias firmas consultoras. !El círculo virtuoso!

Paul E. Vallely, general retirado y analista de Fox News, se había especializado en “sicología de la guerra”. Bueno, en México, sin enseñanza formal la mayoría de los lorocutores practica la “guerra sicológica” contra los adversarios del régimen totalitario.

Los negocios de los analistas no paran: William V. Cowan, coronel retirado de los marines y analista de Fox News, junto a Carlton A. Sherwood., son los jerarcas de una nueva empresa militar wvc3 Group.

Timur J. Eads, teniente coronel retirado y analista de Fox News, es el vicepresidente de las relaciones gubernamentales de Blackbird Technologies, una contratista militar.

Robert H. Scales Jr., general retirado del Ejército y analista de Fox News y National Public Radio; Charles T. Nash, capitán retirado de la Armada y analista de Fox News, así como Robert L. Maginnis,

teniente coronel retirado del Ejército, son contratistas militares del mismo Pentágono.

El colmo: las apariciones de los analistas eran monitoreadas por Omnitec Solutions, una empresa contratada por El Pentágono para evaluar el desempeño de sus “subrogados”, que eran tratados como viles marcas comerciales. Así es: como en México, cuando los “empleaditos” de los multimedia no sirven más, son lastimosamente arrojados al mas cercano basurero orgánico.

Fuente: Alfredo Jalife