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sábado, 13 de febrero de 2016

Dmitri Medvédev, el Primer ministro de Rusia dio una entrevista exclusiva para Sputnik


Dmitri Medvédev ha compartido su opinión acerca del objetivo principal de la participación rusa en la Conferencia de Seguridad en Múnich.

Sputnik: Los organizadores de la Conferencia de Seguridad de Múnich (CSM) dieron la bienvenida a su participación en la conferencia haciendo hincapié en que en tiempos de crisis es aún más importante mantener el diálogo de alto nivel. ¿Qué tareas propone usted para la delegación durante la visita a Múnich? ¿Cuáles son los puntos principales de su discurso en la CSM?

Dmitri Medvédev: La conferencia de Múnich, ante todo, es una plataforma de debate. Voy a Múnich para marcar la posición de Rusia sobre las cuestiones claves de la seguridad europea. Y puesto que este concepto hoy incluye muchos aspectos —militares, políticos, económicos, humanitarios, ecológicos— voy a tocar estos temas.

Proponer nuestra visión de todas estas cuestiones es la idea principal de la participación rusa en la conferencia.

La participación no se limita a mi discurso. Voy a llevar a cabo una serie de reuniones con mis colegas de otros Estados, entre ellos con el presidente de Finlandia, Sauli Niinistö; el presidente de Eslovenia, Borut Pahor; el primer ministro de Francia, Manuel Valls, y el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, que actualmente preside la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Frank-Walter Steinmeier. También están previstas reuniones con el ministro presidente de Baviera, Horst Seehofer, y con los representantes de negocio ruso y alemán.

Sputnik: ¿Qué reacción espera usted de los socios occidentales?

Dmitri Medvédev: Espero que no haya indiferentes. Es que los temas que vamos a tocar son muy actuales y dolorosos. Admito que a muchos no les va a gustar nuestra posición. Esto es normal. Lo más importante es que tenemos una. Lamentablemente, nuestros colegas occidentales simplemente no pueden acostumbrarse a ello, y en vez de construir relaciones con Rusia como con un socio igualitario, con intereses geopolíticos y económicos, bastante razonables para un Estado grande, tratan de presentarnos como un "país de segunda clase" o, en el mejor de los casos, como una potencia "regional". Es un término que tiene poco sentido y es bastante inútil.

Al mismo tiempo, en ningún caso pretendemos desempeñar el papel de jefe del mundo. Ya estuvimos enfermos de esta condición durante el período soviético, cuando el ruido de los tanques en la Plaza Roja hacía estremecer a todo el mundo.

Sin embargo, Rusia debe ocupar un lugar digno en el orden global y tener relaciones de igualdad con otros Estados. Lo predetermina tanto nuestra historia, nuestra extensión, como la participación en las organizaciones más importantes del mundo, sobre todo, nuestro asiento entre los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU. Y simplemente porque somos una gran potencia militar y la mayor potencia nuclear. Todo esto nos brinda una gran cantidad de derechos y, al mismo tiempo, nos impone una gran cantidad de responsabilidades. Pero ningún país, ya sea Rusia o Estados Unidos, es capaz de asumir toda la carga de los problemas globales.

Si tras los discursos de los participantes rusos, se discute y comenta exactamente lo que decimos, y no lo que a muchos les gustaría oír de una Rusia "agresiva" e "impredecible", sería una reacción razonable. Como comentó una vez Winston Churchill: no hace falta rearmarse para continuar las hostilidades, sino rearmarse para las negociaciones. Si al menos comenzamos un mutuo movimiento por este camino, creo que cumpliremos nuestra tarea en Múnich.

Sputnik: Wolfgang Ischinger, el presidente de la Conferencia de Seguridad en Múnich, espera que las oportunidades que ofrece la conferencia sean utilizadas para entablar el diálogo bilateral entre Rusia y los países de Occidente, incluso reanudar el funcionamiento del Consejo Rusia-OTAN. ¿Considera usted posible la reanudación de los formatos de alto nivel Rusia-UE y Rusia-OTAN?

Dmitri Medvédev: Me alegro de que el señor Ischinger llame abiertamente a que Rusia y Occidente tengan una relación de socios tan cercana como lo fue anteriormente. Lo valoramos.

Sin embargo, decisiones como esta no se toman en el marco de conferencias, sino que se toman en los formatos que usted ya ha mencionado, como el Consejo Rusia-OTAN y Rusia-Unión Europea.

Si los socios quieren discutir de manera abierta y constructiva las relaciones bilaterales, no es necesario esperar un año entero para que todos se reúnan en Múnich. Un diálogo está abierto las 24 horas del día durante todo el año. Al menos por nuestra parte, siempre estamos abiertos a discutir las cuestiones más agudas.

Estoy convencido de que Rusia, nuestros socios de la OTAN y de la UE no solo pueden, sino deben, restablecer la cooperación con los formatos anteriores siempre y cuando esta cooperación se apoye en el respeto mutuo de los intereses de cada parte.

Nosotros nunca rechazamos esta cooperación. En cuanto a nuestros socios de la Unión Europea y la OTAN, no se puede decir lo mismo. Fueron ellos quienes deliberadamente terminaron con los contactos y pusieron su agenda política antes del objetivo común de garantizar la estabilidad y la seguridad. Como resultado, llegamos a un mundo mucho más impredecible con más amenazas que hace algunos años. En vez de progreso, de desarrollo natural y de marcha adelante observamos un proceso inverso.

Es que todos los formatos de cooperación entre Rusia y la Unión Europea y la Alianza del Atlántico Norte fueron creados para eliminar las crisis emergentes a tiempo. Hoy día, cuando este tipo de comunicación es más indispensable, nuestros socios la rechazan.

Desde mi punto de vista, los colegas occidentales de la OTAN simplemente obtienen beneficios políticos de la confrontación, es más fácil demonizar a Rusia y achacarle los problemas existentes que admitir los serios problemas actuales que hay en el sistema de seguridad europeo.

Recuerda usted las decisiones de la OTAN en los últimos años. La expansión de la alianza hacia el Este. El despliegue del sistema de defensa antimisiles en Europa. Cada vez la OTAN rechaza hasta considerar nuestras preocupaciones sobre nuestra seguridad. Ni siquiera comento las últimas declaraciones de la alianza. Parece que el mundo no tiene amenazas más graves que Rusia. En alguna ocasión incluso nos compararon con los combatientes de Daesh.

En 2010 en la cumbre Rusia-OTAN en Lisboa logramos un importante compromiso. Cabe recordar la declaración conjunta a finales de la cumbre. En la declaración confirmamos que no nos consideramos enemigos los unos a los otros. Pero luego, nuestros socios volvieron a la lógica de la contraposición.

Ahora hay que buscar compromisos en vez de medir ambiciones. Hay que restablecer la confianza y volver a las congeladas iniciativas conjuntas. Hay que unir los esfuerzos en la lucha contra el terrorismo internacional que se reparte por el mundo como una peste.

Sputnik: De acuerdo con los datos más recientes, en 2015 a la Unión Europea llegaron aproximadamente 1,2 millones de inmigrantes. Esto se está convirtiendo obviamente en un problema común. Rusia, en varias ocasiones, ha ofrecido a los socios occidentales compartir con ellos la experiencia de la acogida de los inmigrantes, sin embargo, la propuesta no ha causado mucho interés. ¿Qué opina usted? ¿Es eficaz la política de la UE en relación con los refugiados?

Dmitri Medvédev: Voy a decirlo de una manera dura, pero realmente es mi opinión. La política de inmigración de la UE ha fracasado, es uno de los errores más grandes de la Unión Europea. Europa ya no tiene control sobre el flujo de refugiados. Puede sonar duro, pero no se puede llamar de ninguna otra manera esta catástrofe humanitaria.

Un simple europeo que está acostumbrado a que todo en su mundo sea seguro y constante: café, paseo al perro, trabajo; y al que los disparos le parecen solo una cosa que se ve por la tele, hoy está asustado. Y está claro el por qué.

Hay un gran número de personas, a menudo violentas, de otra religión, de otra cultura, con una clara renuencia a aceptar las reglas de la vida del país donde llegan. Los casos similares a los que tuvieron lugar en Colonia, hacen que los europeos se sientan extraños en su propio país. Les privan de la sensación de seguridad, de la fe en el estado. Por supuesto, va creciendo la intolerancia y la xenofobia en Europa.

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La Unión Europea ha abierto las puertas a un poder, que no puede manejar. La UE misma invitaba, para no decir llamaba, a todos los que estaban dispuestos a venir. Y hay muchos en Oriente Medio, más de lo que puede manejar la UE. A estas personas, también, se les puede entender. Están huyendo de la guerra y de una vida no organizada. Vienen por el subsidio, con el que en sus países ni tan siquiera pueden soñar.

¿Por qué, cuando las autoridades europeas invitaron a los refugiados, nadie pensó que en el flujo de estas personas vendrían militantes, unidades enteras, enmascarados, que luego se dispersarían por toda Europa, esperando órdenes para actuar?

Hoy están barriendo el patio tranquilamente, conmoviendo a los vecinos, y mañana van a venir a matar a esos mismos vecinos. Y es prácticamente imposible identificarlos.

¿Quién se lo hubiera imaginado hace un año?

Lo peor, es que hoy no podemos imaginarnos todas las consecuencias de lo que está sucediendo. ¿A qué llevará esa política migratoria a la sociedad europea en uno, diez o cincuenta años? ¿Qué pasará con el mercado de trabajo? ¿Si se mantendrá el espacio Schengen? ¿Cómo va a repercutir todo esto en los estados vecinos?

Los estados de la UE no tienen ninguna posición común ni acordada sobre las medidas que podrían frenar esta bola de nieve de los problemas de migración. Sin embargo, esta posición debe ser elegida en un futuro próximo. De lo contrario, vamos a ver ejemplos de drásticas acciones unilaterales para proteger sus fronteras. Y ¿qué significa eso? Pues, final del espacio único europeo.

En mi opinión, la UE debe mostrar una voluntad política firme y establecer un control estricto sobre los flujos migratorios. Sí, es más fácil decirlo que hacerlo. Pero la llegada ilegal a la UE no debe garantizar el asilo.

Por supuesto, sería ideal si no se desencadenan guerras en territorios ajenos para imponer normas propias del sistema estatal o simplemente para derrocar a líderes no deseados. Pero si eso ya ha sucedido, al menos que no aflojen los esfuerzos para un arreglo político como, por ejemplo, en Siria y otros países de Oriente Medio.

Rusia también acoge a los refugiados. Basta recordar el más de millón de personas que huyeron de Ucrania a Rusia. Tenemos una experiencia grande en acogida de inmigrantes. Y podemos compartirla con la Unión Europea. Hicimos esta propuesta a la UE. Como un país vecino, estamos interesados en detener el flujo de refugiados, incluyendo el que va a través de Rusia.

En marzo se celebrará una reunión experta ordinaria para el diálogo Rusia-UE sobre la migración. Y espero que allí se elaboren los enfoques para solucionar este problema.

Sputnik: En su opinión, ¿cómo puede afectar la seguridad de la región una posible operación terrestre en Siria, que, al parecer, se está preparando por parte de la coalición encabezada por Estados Unidos?

Dmitri Medvédev: Está claro que para derrotar finalmente a los terroristas, los ataques aéreos solos no son suficientes. La lucha contra ellos en tierra la llevan las tropas del gobierno sirio. Pero antes de tomar la decisión de introducir tropas terrestres en el territorio de Siria de parte de la coalición internacional encabezada por EEUU, hace falta asegurarse si el pueblo sirio así lo quiere. En caso contrario, la operación podría complicar una situación que ya es difícil en el país, causar nuevas víctimas y destruir las condiciones que quedan para una solución política al conflicto sirio.

Partimos de que la lucha contra el terrorismo debe basarse en el derecho internacional y las decisiones del Consejo de Seguridad de la ONU. Al mismo tiempo es necesario respetar la soberanía de cada Estado, que se encuentra en la zona de conflicto.

¿Por qué estoy hablando de la importancia del derecho? Porque si hoy hacemos como que no existe esta institución tan fundamental en la vida de la gente y de los Estados, entonces mañana tendremos un mundo ahogado en caos y anarquía.

Las fuerzas aeroespaciales rusas se encuentran en Siria a petición del legítimo gobierno de este país. Nuestro objetivo es ayudar al pueblo sirio a liberar al país de militantes de Daesh, y no desencadenar una nueva guerra allí. Irán, con el que tenemos una coordinación, también ayuda a Siria a petición de su gobierno. Precisamente este tipo de coordinación lo proponemos a todos los que están dispuestos a hacer frente a Daesh, incluyendo la oposición patriótica "Ejército Sirio Libre".

Rusia, por cierto, desde el inicio de la crisis de Siria, ha llamado a apartar los desacuerdos y a unirse en contra de Daesh, pero lo impidieron las ambiciones de Estados Unidos y sus aliados, y lo más importante: la división de terroristas en "malos" y "no tanto". Ahora, los sirios están pagando por ello. Y los europeos que ya han acogido en sus países a más de un millón de migrantes. Cada vez más países de Oriente Medio quedan involucrados en la guerra y esto hay que pararlo.

Sputnik: ¿Han surgido señales de parte de los socios europeos sobre la posibilidad de discutir el levantamiento de las sanciones y contramedidas rusas en la conferencia de Múnich? ¿Podría Europa restablecer su cuota en el mercado ruso teniendo en cuenta la actividad de los países asiáticos y latinoamericanos?

Medvédev: No vamos a iniciar negociaciones sobre las condiciones para el levantamiento de sanciones. No fuimos nosotros que las impusimos, eso significa que los que las introdujeron deben retirarlas primero.

El tema de sanciones no está en la agenda de la conferencia de Múnich, ya que el evento trata cuestiones generales de seguridad. No obstante, este tema aparece de una manera o de otra durante las conversaciones con colegas y, en particular, en las conversaciones con los representantes del ámbito empresarial. Precisamente los empresarios, que pierden dinero, entienden que las sanciones no traen nada más que daño económico. Han sido impuestas unas diez veces. Y no pasa nada. Esta vez no será diferente.

En cambio, las consecuencias serán muy tristes para nuestros socios que pierden su lugar en el mercado ruso. Y ya hoy en día oímos a nuestros colegas decir: levanten ciertas restricciones en algunos sectores. Especialmente se preocupan por sus granjeros. En Rusia también oímos la posición de nuestros agrarios: guarda, por favor, este régimen, permitanos ponernos en pie, justificar las inversiones. Y yo siendo el jefe del gobierno estoy obligado a hacer caso a estas consideraciones.

Es cierto que no solo los productores rusos ocupan todos los nichos libres en nuestro mercado. Se aumentó la proporción de proveedores asiáticos, latinoamericanos y de otras regiones. Si nuestros socios en la UE quieren darnos lecciones e ignorar nuestros intereses legítimos, como ocurrió precisamente en el caso de la asociación de Ucrania con UE, ¡pues, adelante! En este caso, otros socios harán negocios en nuestro mercado de la Unión Económica Euroasiática. Como se dice, no es nada personal.

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Sin embargo esperamos que prevalezca la razón, y que la lógica económica, la lógica del beneficio mutuo regrese a nuestras relaciones con la Unión Europea.

Sputnik: Entre los políticos invitados a la Conferencia de Seguridad de Múnich está el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko. ¿Están previstos contactos con la delegación ucraniana en Múnich, incluso para discutir la deuda de Kiev?

Medvédev: No planeamos ningún tipo de negociación especial sobre la deuda pública de Ucrania. No hay que discutir, la deuda debe ser pagada.

En diciembre de 2013 el gobierno de Rusia alojó una parte de los capitales del Fondo Nacional de Inversión ruso en bonos ucranianos por un total de 3 mil millones de dólares. Es una cantidad decente de dinero y nos oponemos radicalmente a la posición del gobierno de Kiev que propone reestructurar la deuda en base común con los tenedores comerciales de eurobonos. Ya lo he dicho en muchas ocasiones y voy a repetirlo otra vez: el préstamo para Ucrania no es privado, es una deuda pública y soberana de un país a otro. El estado de la deuda pública fue confirmado por el FMI (Fondo Monetario Internacional).

Tema: Disputa de gas entre Rusia y Ucrania

Como probablemente sabrán, el término del pago llegó luego de dos años, es decir en diciembre de 2015. Pero aún no hemos recibido el dinero.

Si el nuevo gobierno de Ucrania se responsabilizó de conducir el país pues que se responsabilice de todas las obligaciones financieras ante los acreedores extranjeros, incluso a Rusia. Esta es la posición de un Estado maduro y responsable, al que Ucrania quiere parecerse. Como recuerdan, después de la disolución de la Unión Soviética, Rusia, como la sucesora, asumió la responsabilidad de los deberes de todas las antiguas repúblicas sobre el pago de deudas, inclusive de Ucrania. Y todos lo han aceptado.

Sean cuales fueren nuestras relaciones con Ucrania, nunca olvidamos de que allí vive gente fraterna que se encuentra en una situación muy grave. Como vecinos y países con una historia en común nosotros hicimos concesiones y propusimos a Kiev pagar la deuda a plazo, es decir mil millones de dólares durante tres años (entre los años 2016 y 2018). Destacando que eso sería bajo la salvaguardia ya sea de EEUU o de la Unión Europea o de un banco internacional puesto que estos beneficios representan un riesgo adicional para nosotros.

¿Pero qué vemos ahora? El gobierno norteamericano rechazó oficialmente la propuesta. La UE y el FMI ignoraron nuestra proposición. En cambio, el Fondo Monetario Internacional abolió su regla que prohibía acreditar a países en bancarrota. El mismo Fondo aplicó estas normas a deudores como Grecia e Irlanda.

¿Realmente es tan difícil comprender que esta política de doble rasero sin precedentes puede abrir la caja de Pandora y causar daño considerable a las finanzas mundiales y sobre todo socavar la confianza a los institutos financieros internacionales?

Desde el punto de vista jurídico Ucrania está en estado de impago, y ello significa que Rusia puede exigir la devolución de la deuda demorada ante los tribunales, todos los documentos necesarios se están preparando para la correspondiente demanda, y nuestras posibilidades de vencer en un juicio son muy altas.

Espero que las autoridades ucranianas solucionen el problema de su deuda estatal sin necesidad de acudir a un tribunal.

Lamentablemente, todavía esto no está sucediendo.

Fuente: Sputnik