El miércoles 27 de enero, Alpaslan Celik, presunto asesino de uno de los pilotos del Su-24 ruso derribado por Turquía, Oleg Péshkov, fue visto en una ceremonia funeral en Estambul, según informó el diario turco Hurriiyet Daily News.
Celik, declarado criminal de guerra en Rusia, manifestó que vuelve a Siria para luchar contra los terroristas de Daesh junto con los destacamentos turcomanos sirios —ciudadanos sirios de origen turco otomano—.
"Estoy aquí y estoy allá. Voy saliendo y regresando. Ahora estoy aquí para dar el último adiós a mi compañero de combate Ibrahim Kucuk", añadió el miliciano.
Ibrahim Kucuk, el jefe de la sede del Partido de Acción Nacionalista de Turquía en el barrio Fatih de Estambul, fue asesinado durante un ataque aéreo en un pueblo turcomano en Siria.
El 27 de diciembre, Alpaslan Celik declaró en una entrevista a Hurriiyet que había asesinado al piloto ruso después de que Péshkov "bombardeara a los civiles turcomanos durante cinco minutos". Añadió que no siente remordimiento de conciencia por el asesinato.
"La venganza es el derecho más natural. Hay vida en la venganza", comentó.
El 24 de noviembre del 2015, el bombardero ruso Su-24 fue derribado por cazas turcos en territorio de Siria, a cuatro kilómetros de la frontera con Turquía. El presidente de Rusia, Vladímir Putin, calificó lo ocurrido de una “puñalada por la espalda”.
Uno de los dos pilotos, Oleg Péshkov, falleció al ser atacado por los milicianos después de que se catapultara, según informó el Ministerio de Defensa de Rusia. Su cuerpo fue enterrado en la ciudad rusa de Lipetsk. Péshkov fue nombrado Héroe de Rusia a título póstumo.
Fuente: Sputnik
