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miércoles, 9 de septiembre de 2015

EEUU centra redes de espionaje contra Rusia y China en el Ártico

Las agencias de Inteligencia de EEUU están centrando su actividad de espionaje, por primera vez desde la Guerra Fría, en el océano Ártico, tras constatar un aumento de la presencia militar rusa y china.

En los últimos 14 meses, “la mayoría de las 16 agencias de Inteligencia de Estados Unidos” han consagrado a parte de sus analistas a trabajar a tiempo completo sobre la zona del Ártico, de importancia estratégica creciente, según un informe difundido el lunes por The Tribune Washington Bureau.

La tendencia se ha concretado recientemente en la creación, por parte de la oficina del director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, de un “consejo estratégico” en el que los analistas pongan en común la información reunida.

Los expertos están indagando en datos brutos obtenidos por un puesto de escucha canadiense recientemente reacondicionado cerca del Polo Norte, así como de un barco noruego de vigilancia, el Marjata.

Además, los analistas están usando información recopilada por satélites espías puestos en órbita por Washington y por sensores instalados por la Marina estadounidense en aguas profundas del océano Ártico.

“Hay muchas cosas que, ahora, podemos ver y que hace 10 años no podíamos”, dice un agente de Inteligencia norteamericano bajo condición de anonimato.



Este desarrollo de la Inteligencia estadounidense se conoce pocos días después de que el Pentágono anunciara el seguimiento de cinco buques de guerra chinos que navegaban por el mar de Bering, entre Rusia y Alaska.

En la misma semana, los militares estadounidenses anunciaron la presencia de un barco militar ruso en las proximidades de una base de submarinos nucleares en Kings Bay (estado de Georgia, sureste).

Los satélites militares estadounidenses comenzaron a rastrear al barco ruso en agosto, cuando lo divisaron en el norte del océano Atlántico, mientras se desplazaba a poca velocidad hacia Cuba.

El avance en el Ártico se produce además a medida que los Estados Unidos y otras potencias se adaptan a los efectos del calentamiento planetario, que al fundir los hielos árticos está abriendo nuevas rutas marítimas.

Esta gran transformación ecológica ha desatado una competición por las reservas no explotadas de petróleo, gas natural y minerales presentes en el lecho marino del Ártico, cuya jurisdicción se disputan Rusia, Estados Unidos, Canadá, Dinamarca y Noruega.

Pero, el principal centro de interés es el fortalecimiento de la presencia militar rusa en las zonas septentrionales, marcado por la instalación de su Flota del Norte en Murmansk, al norte del Círculo Polar.

En marzo de 2014, Rusia anunció planes para reabrir 10 antiguas bases militares soviéticas a lo largo de su costa ártica, incluidos 14 campos de aviación que Moscú cerró tras el fin de la Guerra Fría, en 1991.

mla/ybm/mrk

Fuente: Hispan TV