Una vez más, lo hizo: el suizo Joseph Blatter,
presidente de la FIFA, ha doblegado a una nación (ahora le tocó a
Brasil) para hacer un festín personal de negocios inmensurables,
corrupción y prácticas mafiosas. Esta vez no ha sido tan fácil. La
descomposición emana por doquier y las acusaciones se multiplican. Como
la de Diego Armando Maradona, quien ha pedido poner un alto “a los
sobornos en la FIFA” y a que Blatter supedite el fútbol “a los
negocios”. Hay que pedirle cuentas. Los excesos de Blatter y su mafia no
son una novedad. Han corrompido a autoridades, han sobornado a
dirigentes, se han enriquecido sin par con los mundiales y han permitido
que su círculo cercano se apropie del mercado negro de los boletos para
los campeonatos. Todo esto ha documentado el autor de este artículo
-publicado en una revista mexicana- un prestigiado periodista escocés
que aporta un dato esencial: los mexicanos Enrique y Jaime Byrom
monopolizan los millones de boletos del Mundial. . . .
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Fuente: analisisdigital.com.ar