Israel y Ecuador firmaron
un acuerdo de cooperación para la creación de fondos de capital de
riesgo, en una breve ceremonia que tuvo lugar en el Ministerio israelí
de Economía en Jerusalén. El acuerdo, firmado por el ministro israelí de
Economía, Naftalí Bennett, y por el ministro coordinador ecuatoriano de
Producción, Empleo y Competitividad ecuatoriano, Richard Espinosa
Guzmán, contempla la asistencia israelí a Quito en la creación de
programas de incubadoras y el establecimiento de un fondo público de
capital de riesgo. "Se ha firmado un acuerdo de cooperación para poder
llevar adelante todos estos procesos para adquirir el conocimiento
(requerido) y como base de una serie de visitas que vamos a realizar acá
en Israel", dijo el ministro tras la firma del acuerdo. Espinosa, quien
vino a Israel junto a una delegación ministerial, quiere conocer de
cerca los proyectos de desarrollo y apoyo público en el ámbito de la
alta tecnología, un campo en el que el Gobierno israelí tiene amplia
experiencia. El ministro declaró que "Ecuador está decidido a
convertirse en uno de los líderes latinoamericano en esta materia y qué
mejor que hacerlo aquí, en
Israel, sabiendo que es uno de los países del mundo
con mayor cantidad de start-ups". La agenda de trabajo del ministro, de
tres días de duración, incluyó una reunión con Saul Singer, autor del
libro "Start up Nation", así como con los responsables del centro de
inversiones Matimop, y la Oficina del Jefe Científico de Israel. Las
limitaciones de la economía ecuatoriana, que no provee muchas opciones
de empleo, han llevado a muchas personas a elegir el camino del
auto-emprendimiento.
Según el estudio Global Entrepreneurship Monitor (GEM), que es conocido
por ser uno de los termómetros del emprendimiento, sitúa a Ecuador
continúa como el país más emprendedor de América Latina. Así, el índice
de actividad emprendedora temprana se ubicó en el 2013 en el 36%. Esto
significa que el año pasado "aproximadamente uno de cada tres adultos
ecuatorianos inició los trámites para establecer un negocio, o poseía
uno cuya antigüedad no superaba los tres años y medio.
El dato del GEM 2013, además, confirma que existe un crecimiento
sostenido de la actividad emprendedora temprana. Esto porque en el 2009,
el índice llegó al 15,8% mientras que en el 2012 llegó a 26,6%. (EFE y
Aurora).
Fuente: Aurora.