Servicio de prensa del PCU
Traducido del ruso por Josafat S. Comín
El memorándum para solucionar la situación en la regiones del sur y este de Ucrania, que fue propuesto el 18 de abril por la coalición parlamentaria del régimen nacional-fascista, no es otra cosa que “papel mojado” tras el cual no hay ningún programa real, y no se presupone ninguna garantía de cumplimiento de todas las justas exigencias de los ciudadanos de Ucrania, que viven en esas regiones.
Ese
papel mojado lógicamente no podía ser ratificado por los comunistas por cuanto
significaría una traición a los intereses de nuestros electores, una traición a
los trabajadores de Ucrania, declaró el líder de los comunistas ucranianos, Piotr
Simonenko.
En
lugar de escuchar a la gente, en lugar del diálogo con el pueblo, a todos
aquellos que se han levantado contra la imposición en Ucrania de la ideología
de la rusofobia, del nacionalismo cavernario, contra el ensalzamiento de los
criminales fascistas, contra destrucción de los monumentos a los héroes de la
gran guerra patria, se les colgó el cartel de “separatistas” y “terroristas”.
“Por
primera vez en todo estos años de independencia, bajo la forma de una operación
antiterrorista, para “pacificar” aquellos que
no están de acuerdo con la política de Kiev, a los habitantes de la
regiones del sur y el este, se recurrió al uso de más de mil piezas de
artillería, de cerca de 50000 soldados y helicópteros y aviones de combate.
Todo esto no ha logrado más que agravar si cabe la situación, no sólo en las
regiones de Donetsk y Lugansk, sino en el país en general”, dijo Piotr Simonenko.
Las
fuerzas neonazis que han llegado al
poder como resultado de un golpe armado, prácticamente han desatado una guerra
civil en el país, una guerra de una parte de Ucrania contra otra parte; las regiones occidentales contra las
orientales.
En
esta situación el Partido Comunista declara la necesidad impostergable, no solo
ya de firmar un memorándum para la resolución de la situación en el sur y el
este, sino de adoptar con carácter de urgencia, todas las transformaciones
necesarias en la Constitución y la legislación ucraniana, donde sean tenidas en
cuenta aquellas exigencias que reclaman
los habitantes de esa región, comenzando desde el año 1991.
Estamos
convencidos de que en ese memorándum, no pueden haber variedades y
generalidades, sino que tendrían que estar indicadas de modo explícito todas
las obligaciones y derechos que corresponderían a las organizaciones territoriales.
Tiene que quedar perfectamente especificado que la vertical presidencial se
liquida, al igual que se liquidarán las administraciones de todos los niveles y
que serán los Consejos locales los que formarán directamente el poder
ejecutivo. En cuanto a los gobernadores, alcaldes, jueces, no serán designados
desde Kiev, sino que serán elegidos por los miembros de las organizaciones
territoriales de Gobierno. Estas podrán resolver todas las cuestiones mediante
referéndum locales, que satisfagan los intereses de sus habitantes.
Al
mismo tiempo, el Partido Comunista insiste, en que en ese memorándum, deben
estar recogidas todas las garantías de la independencia financiera y
presupuestaria de las regiones.
“En
concreto, proponemos que en el memorándum se fije que cantidad del IVA y del IRPF,
quedará a disposición de los organismos territoriales. Eso será lo justo y dará
la posibilidad de desarrollarse económicamente, pudiendo resolver multitud de
problemas sociales, teniendo en cuenta las características específicas de unas
u otras regiones del país.”
En
cuanto al idioma ruso, es imprescindible concederle hoy mismo el estatus de
lengua oficial.
“Es
hoy que se está derramando sangre. Por eso los diputados, legisladores, tienen
completo derecho moral a introducir las modificaciones correspondientes en el
artículo 10 de la Constitución y reconocer la lengua rusa como segunda lengua
oficial, sin ninguna traba de
procedimiento. Cuando bullía Maidán, para detener el derramamiento de sangre, una
Constitución fue sustituida por otra en una simple votación. Lo mismo debe
hacerse ahora para detener el fratricidio”.
Piotr
Simonenko también está convencido de que el memorándum sólo podrá ser una
herramienta práctica o como está ahora de moda decir, una “hoja de ruta” para
la salida de la crisis, cuando sirva para evitar la amenaza de una guerra civil
a gran escala y una intervención; cuando sea de obligado cumplimiento para
todas las partes firmantes.
El
memorando debe ir firmado tanto por el poder ejecutivo central, así como por
todos los líderes de todos los grupos parlamentarios, por los dirigentes de los
órganos locales de gobierno, y los líderes de las organizaciones sociales de
los territorios “alzados”, por los representantes de las fuerzas de la
autodefensa local, y de las distintas confesiones religiosas.
El
memorándum debe ser un documento que
determine claramente las responsabilidades y obligaciones del gobierno ante al
pueblo de Ucrania por su cumplimiento. Para que después el gobierno no pueda
saltar por encima, como hiciesen sus representantes el 21 de febrero, cuando
después de firmar un acuerdo, al día siguiente, renunciaron al mismo,
amparándose en que Maidán se oponía.
Solo
un memorándum donde se concreten los derechos, obligaciones y garantías de las
partes, donde se tengan en cuenta las opiniones y aspiraciones de los
habitantes de todas la regiones y territorios del país, desde Lvov a Donetsk y Lugansk,
un memorándum que garantice a los ciudadanos de Ucrania el riguroso
cumplimiento de sus derechos y libertades: políticas, económicas, sociales,
humanitarias; solo un memorando así puede y debe ser firmado, -declaró el líder
del Partido Comunista y del grupo parlamentario comunista en la rada de Ucrania,
Piotr Simonenko.
Fuente: Josafat S. Comín / PCU(Partido Comunista de Ucrania)