El precio de leer más cosas en menos tiempo es una atención de menor
calidad y la dificultad para profundizar y digerir los textos que
leemos.
La efervescente cantidad de contenidos disponibles hoy en Internet
demanda nuevas formas de acercarnos a ellos. Conscientemente o no, hemos
generado recursos cognitivos para lidiar con los miles de flujos de
data que laten diariamente sobre nuestra mesa. Y conforme este proceso
de ‘eficientización’ receptiva se va asentando en nuestra mente, también
comienza a emerger el precio de abarcar más: por ejemplo, la calidad o
la profundidad de nuestra atención. . . .
*****TEXTO COMPLETO*****
Fuente: Pijamasurf