Por Wayne MADSEN.
A principios de 1990, cuando la ONU tuvo su mayor incremento de la afiliación desde la década de 1960, hubo un cambio de corazón por el lobby de Israel sobre la membresía de la ONU. En lugar de limitar el tamaño de las Naciones Unidas basado en el tamaño y la población, se comprendió que los micro-estados como Andorra, Liechtenstein, Kiribati, Nauru, San Marino, Mónaco, Malta, Samoa, Tuvalu, Palau y las Islas Salomón podrían ser controlados en cuanto a sus votos de la ONU se refiere. El lobby de Israel y los Estados Unidos fue capaz de improvisar un bloque de trabajo de los votos en la Asamblea General. Los dos últimos miembros admitidos en las Naciones Unidas, Montenegro y Sudán del Sur, recibieron apoyo sólo porque se les aseguró estar a favor de Israel con sus votos en el organismo mundial.......
*****TEXTO COMPLETO*****
Fuente: Strategic Culture.org
