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domingo, 19 de mayo de 2013

Miyasi S.A.: el enigma continúa... (VIDEO+TEXTO)


PARTE 1

PARTE 2

PARTE 3

PARTE 4

PARTE 5

Hace más de diez años, la ciudad de Los Toldos vivió una situación extraña, y que hasta el día de hoy nadie pudo precisar lo ocurrido con una supuesta empresa llamada Miyasi S.A., que tenía como titular a un individuo, en cuyos documentos figuraba el nombre de Edgardo Nogales.
Los Miyasi, tal cual eran llamados por los pobladores, argumentaron la intención de instalar una representación para la venta de autos Mc Laren, algo completamente inusual para una ciudad tan pequeña y muy alejada de los grandes centros urbanos. La característica más llamativa de este grupo empresarial era su “gran benevolencia” y generosidad que, podría decirse, se aproximaba al derroche, puesto que regalaron un Mercedes- Benz, sortearon dos viajes a París y 50 entradas para un recital de Luis Miguel, además a los que tenían dificultades económicas les pagaban los servicios públicos.
La abrupta aparición del grupo alterando la tranquilidad tradicional de Los Toldos –como también lo fue su alejamiento del lugar un tiempo más tarde, cuando tomó intervención la Justicia y el acoso periodístico de medios nacionales-, el misterio que envolvía cada movimiento, cada acto de este enigmático y filantrópico grupo, sus secretos orígenes, fueron factores que generaron decenas de leyendas y mitos en torno a “Los Miyasi”.
Estos individuos vestían permanentemente trajes de color negro -de allí que también se los denominara “Los hombres de negro” como indicó a La Verdad un vecino toldense-.
El supuesto jefe, Edgardo Nogales, se trasladaba en una limusina de color blanco, secundada por varios autos de la marca alemana anteriormente citada, que indefectiblemente eran siempre de color negro.
Cuando la justicia los comenzó a investigar, los Miyasi desaparecieron sin dejar rastro y nunca se supo nada más de ellos, incluso mucha gente del lugar es renuente a hablar de Nogales y de sus colaboradores.

¿Una historia de amor?

Según lo que se supo en un principio, y que fue publicado por diversos medios periodísticos que en ese momento cubrieron el accionar del grupo en Los Toldos, el enigma de los Miyasi habría empezado con una historia de amor. De acuerdo a esas informaciones periodísticas publicadas hace ya más de una década, en el Unicenter Shoping de Martínez, Josefina Billota y su hija Silvana Alonso atendían un local de sábanas y toallas. Hasta allí llegó un día un hombre vestido de impecable traje negro. Edgardo Nogales, un tucumano de 35 años y tez morena que quedó encandilado por la belleza de Silvana.
Tal es así que, cuando Silvana volvió a su localidad natal, la siguió hasta Los Toldos dando inicio al mito y a la leyenda.
Hoy, a más de una década de estos episodios, Silvana Alonso respondió a la consulta telefónica de este diario, y si bien atendió con amabilidad al periodista que la entrevistó, fue muy concreta al decir que “no quiero hablar de ese tema. Fue muy desagradable lo que me pasó, lo viví con mucho miedo y pido disculpas pero no quiero hacer declaraciones”.
“Fue un caso muy público –se limitó a decir Silvana-, con mucha guardia periodística y la información que en su momento se dio no fue cien por ciento cierta porque se ha dicho cualquier cosa e incluso las fotos o identikits publicadas no son ni parecidas a él”.
“Yo lo pasé muy mal con todo eso. No quiero acordarme porque fue todo muy desagradable”, fue la contundente frase pronunciada por Silvana a La Verdad.

Las “Mil Horas”

Así se llamó un programa radial que, auspiciado por el extraño grupo, comenzó a emitirse primero por FM Eclipse y luego por FM Cristal, ambas de Los Toldos, conducido por Walter Ogando.
Precisamente La Verdad se comunicó con el locutor quien comentó que el ciclo salió al aire por espacio de un año, comenzando un 8 de diciembre -¿Una casualidad? Porque el mismo día se conmemora la festividad de la Inmaculada Concepción-.
Ogando comentó que el programa se emitía de lunes a viernes, entre las 21 y la medianoche. “Conduje un programa para ellos y nada más. La gente llamaba, nos pedía temas y una vez por mes hacíamos sorteos. Lo típico de muchos ciclos de radio, nada del otro mundo”, señaló.
“A mí me contrató el director de la radio. Una vez saqué al aire a una persona que supuestamente organizaba todo, pero nada más”, sostuvo.
“Después que terminó el programa, ellos siguieron trabajando en Los Toldos un año más”, agregó.
Generalmente en este programa se sorteaba ropa, pero en una oportunidad el premio mayor fueron las entradas para el recital de Luis Miguel y en otra ocasión un Mercedes Benz que lo ganó un muchacho de apellido García que tras casarse con una joven toldense, se fue de la localidad.
“Yo trabajé por el tiempo que me contrataron y luego me desligué”, afirmó Ogando.

La Justicia Federal, Duhalde y la SIDE

En febrero de 1998 el periodismo capitalino llegó a Los Toldos para averiguar quiénes eran los Miyasi. Entonces se supo que Miyasi Division Car, tal el nombre de la firma, había sido creada ante los requerimientos de la intendencia para lograr la habilitación del futuro local.
En tanto, el Juzgado Federal de Junín abrió una causa contra el grupo por averiguación de antecedentes. Las hipótesis sobraban pero ninguna cerraba.
La política también le cayó encima a Miyasi. El entonces gobernador Eduardo Duhalde le pidió a la SIDE que investigara al misterioso grupo. Y los legisladores Patricio García (PJ) –de Ameghino- y Oscar Laborde (Frepaso) presentaron pedidos de informes para conocer detalles de Miyasi.
En ese momento, tres magistrados que actuaron como subrogantes en el Juzgado Federal con cabecera en nuestra ciudad, manejaron la causa: la doctora María Teresa Crosetti y posteriormente lo hicieron Jorge Ferreira Pella y Alberto Santamarina.
Se dispuso un allanamiento al local y la casa que los Miyasi ocupaban. La Justicia secuestró un disco rígido, diskettes y carpetas con documentación. Además citó a declarar al encargado del local y a los bolivianos que lo acompañaban. La justicia provincial también fue tras los Miyasi, pero no encontró nada y el juzgado en lo Criminal y Correcional Nº 4 sobreseyó a Nogales.
Ante el asedio judicial y periodístico los Miyasi se hicieron humo.

“Todo era muy extraño”

Roque Pagliaro, quien era director y propietario por aquellos años del periódico “Impacto”, relató a este diario que “ellos empezaron a hacer propaganda para una representación de autos. Ese fue el primer motivo de ingreso que tuvieron a Los Toldos”.
A partir de allí, siguió comentando Pagliaro que “Los Miyasi” –quienes hasta fueron motivo de un documental que en su momento emitió el canal “Infinito”- comenzaron a instalarse en la sociedad, generando acciones que llamaban mucho la atención como ir a una confitería tomar un café que salía dos pesos y dejar cincuenta pesos de propina”.
“Generalmente vestían de negro, se movían en coches importantes. Llegaron a sortear un Mercedes Benz. A mí también me ofrecieron comprar una impresora para el diario en colores. A una radio la equiparon totalmente”, señaló.
“Todo era muy extraño”, expresó Pagliaro.
“Hay miles de historias para contar. A “Impacto” comenzaron a llegar cartas de gente pidiendo distintas cosas pero mientras tanto la publicidad empezó a tener un trasfondo distinto. Había mensajes subliminales y entonces suspendí todo”, relató.
“Desaparecieron cuando el tema comenzó a tener relevancia en los medios nacionales, llegando diarios y hasta la televisión. Cuando empezó todo eso, desaparecieron”, indicó.

“Como aparecieron, desaparecieron”

“Ellos alquilaban una casa, en el centro a dos o tres cuadras de la comisaría, desde donde hacían la parte logística. Allí vivían “los hombres de negro”. Ahí tenía que ir la gente para hablar con ellos”, contó Elvis Leguizamón, periodista toldense y jefe de prensa del municipio de General Viamonte, a La Verdad.
Agregó que “también tenían un lugar donde se comentaba que iban a hacer una presentación de autos internacionales, frente a la estación del ferrocarril, en una esquina. Estaba cercado y todo presentaba una higiene espectacular”.
“Como aparecieron, desaparecieron”, sostuvo Leguizamón a este diario.
Las preguntas y conjeturas siguen flotando en un caso que generó distintas posturas en la comunidad toldense. Hoy, a más de diez años, la historia de los Miyasi sigue presentando muchos

Fuente: La Verdad Online.com