Por Nil Nikandrov.
A finales de la década de 1980 el millonario estadounidense Douglas Tompkins hizo un viaje de reconocimiento a Siberia. No negó que él buscaba para seleccionar «zonas aptas» para crear un parque natural gigante con miras a la aplicación de una proyecto de «ecología profunda». Tompkins rechazó la opción de Siberia después de chocar con complicaciones específicas de los rusos: «La situación no estaba aún madura». Después de las visitas a Alaska y Canadá, dirigió su mirada hacia Chile, con sus zonas deshabitadas en el sur, y la Argentina, donde la crisis económica había facilitado la compra de tierras agrícolas ..........
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Fuente: Strategic Culture.org